El Real Madrid debutará en la Euroliga ante el Belgacom Spirou en la misma cancha, el Spiroudome, en la que consiguió su último éxito internacional, la Copa ULEB –la actual Eurocopa–, el ya lejano 10 de abril de 2007. El Belgacom Spirou y el Partizán son, en principio, las cenicientas del grupo C, el grupo de la muerte de la primera fase de la Euroliga, en el que también están, además del Real Madrid, el Maccabi, Anadolu Efes y Emporio Armani Milán.
Pero los belgas no serán una comparsa en el grupo. Para empezar llegan de la fase de clasificación, lo cual quiere decir que llegan más rodados que el Real Madrid, y después de haber dejado fuera de la competición a equipos tan potentes como el Alba Berlín y el Khimki ruso. En las filas belgas, en las que figuran hasta seis jugadores estadounidenses, hay un par de viejos conocidos: Justin Hamilton, jugador madridista en el final de la temporada 2004-05, y el checo Jiri Welsch, jugador del Unicaja y del Estudiantes en las últimas campañas.
"Hay que reconocer que para nosotros la Euroliga es muy exigente desde el primer día por el nivel del grupo en el que estamos. El Spirou viene de ganarse una plaza en la previa en la Euroliga en la que se han quedado fuera equipos tan potentes como el Khimki. Comenzamos en una cancha complicada y estamos obligados a salir al máximo desde el primer momento", ha dicho Pablo Laso, entrenador del Real Madrid. "Hay que mejorar aspectos como el ataque estático, tener más consistencia en nuestro juego y más paciencia al atacar, pero hay muchas cosas positivas que estamos haciendo que nos hacen crecer en la línea que pensábamos", añadía Laso.
Giovanni Bozzi, entrenador del Spirou, se pone la piel de cordero. "Estamos en un grupo muy fuerte en el que tenemos pocas posibilidades de llegar al Top 16", dice Bozzi, que avisa que tienen "poca presión" y que está seguro de que sus jugadores "saldrán dispuestos a luchar durante 40 minutos ante el Real Madrid".
"Es muy bueno para mí volver a jugar una gran competición como la Euroliga y tener la oportunidad de seguir creciendo como jugador con un equipo que aspira a todo", comenta Rudy Fernández, "Vamos a competir contra los mejores, y eso es lo que queremos. Todos los equipos han fichado a grandes jugadores, de calidad, como pudimos comprobar por ejemplo en el primer partido, donde vimos la competitividad que va a haber este año", ha añadido el escolta balear, que vuelve a disputar la máxima competición del baloncesto continental cuatro años después. Entonces lo hizo con la camiseta del DKV Joventut y, ahora, con la camiseta del Real Madrid.