La intervención de Leo Messi ante Osasuna el miércoles de la semana pasada fue muy polémica. Pocas horas después de que el club anunciara que era baja por una gripe, el argentino jugó el encuentro, logrando dos tantos.
Eso provocó las palabras de reproche de Patxi Izco, presidente de Osasuna, y de José Luis Mendilíbar, el técnico rojillo. Tenían la sensación de que se habían reído de ellos, y que les habían engañado de una manera totalmente innecesaria.
Después de que Pep Guardiola, en representación del club, pidiera excusas y explicara la causa, parecía que la cosa había pasado. Mendilíbar no dijo nada en las horas previas al encuentro de vuelta, y nadie volvió a decir nada más.
Sin embargo, durante el partido disputado en el Reyno de Navarra, la afición pamplonica demostró que no olvida el caso. En cuanto el futbolista del Barcelona entró en el campo, en el minuto 57 en el lugar de Alexis Sánchez, le dedicó una sonora pitada al argentino, pitada que continuó en cada ocasión que Messi tocó el balón.