El All Star suele ser un partido de espectáculo, puntos, alegrías y exhibiciones, como las que llevaron a cabo Kobe Bryant o Kevin Durant. Sin embargo, en cada edición siempre hay algún jugador que sale damnificado, cuya actuación es motivo de tertulia cuando se habla de lo negativo de una mágica.
En esta ocasión, la papeleta ha sido para Dwight Howard. Mucho se había especulado de la posible actuación del pívot de los Magic. Porque nadie duda que es uno de los mejores jugadores de la NBA, y porque podía usar el partido de las estrellas a modo de redención. No olvidemos que Superman lleva meses anunciando que quiere cambiar de aires. Y qué mejor oportunidad para reconciliarse con su afición que durante un All Star que se iba disputar en su ciudad, Orlando.
Sin embargo, el sensacional pívot pasó prácticamente inadvertido por el parqué. Obviamente, fue titular; y fue el encargado de leer el manifiesto de los jugadores antes del partido. Pero durante el mismo, brilló por su ausencia. Tan solo nueve puntos en los 31 minutos que estuvo en pista, con un decepcionante 4 de 13 en lanzamientos de campo.
El otro gran perjudicado de la noche fue Andrew Bynum. El pívot de los Lakers fue sorprendentemente uno de los más votados y, por tanto, formó parte del quinteto titular del oeste. Sin embargo, ni se le vio. Tan solo estuvo cinco minutos en pista, en los que falló los cuatro lanzamientos que intentó y capturó tres rebotes.
Otros jugadores, como Nash, Luol Deng o LaMarcus Aldridge tampoco aportaron demasiado, aunque estos casos se debieron más a cómo se disputan este tipo de partidos, más adecuados para jugadores de un estilo más individualista.