El divorcio entre Guardiola y Piqué cada vez es más evidente. Los desmanes del defensa del Barcelona han acabado por hartar al entrenador, que no ve con buenos ojos sus actuaciones fuera del terreno de juego.
Piqué ya ha recibido en varias ocasiones la reprimenda del entrenador. Por ejemplo, Guardiola lo dejó en la grada durante la ida de octavos de Champions en Leverkusen, cuando llegó tarde a la concentración porque había tenido un accidente con su coche.
Para ver su última salida de tono sólo nos tenemos que remontar al fin de semana pasado, cuando, tras dejar a su equipo con diez toda la segunda parte ante el Sporting, acusó al colegiado de premeditación. Esas declaraciones provocaron una catarata de reacciones, desde el expediente abierto al central por parte de los árbitros hasta la famosa rueda de prensa de Toni Freixa.
Además, las suplencias del central catalán -hasta esta temporada indiscutible y uno de los mejores del mundo en su puesto- se están convirtiendo en frecuentes. Guardiola le reprocha que le dedique más atención a las pasarelas y a los actos publicitarios que a su profesión de futbolista.
Por todo ello, según informa Telemadrid, Piqué podría estar detrás del retraso en la renovación de Guardiola. El entrenador culé habría puesto como condición para prolongar un año más su contrato la salida del central, niño mimado del técnico hasta hace bien poco.
De hecho, Piqué ha sido una de las claves del éxito del Barcelona en los últimos años. Su fichaje llegó rodeado de una gran incertidumbre. No había triunfado en el Manchester United y la gente se cuestionaba cómo lo iba a hacer en un club de similar importancia que los Diablos Rojos. Sin embargo, Guardiola consiguió lo que no hizo Ferguson y llevó a Piqué a mostrar su mejor cara.