Desde la lesión de Ricky Rubio, los Minnesota Timberwolves han entrado en una racha negativa de resultados que está sacando de quicio a los jugadores. Una muestra de ello la encontramos en el encuentro de este domingo ante Sacramento, en el que cayeron por 115-99.
Durante un tiempo muerto, el base puertorriqueño José Juan Barea, uno de los grandes fichajes de esta temporada, y el pívot Kevin Love, la gran estrella de los Wolves, tuvieron que ser separados por el resto de compañeros después de encararse agresivamente.
"Es parte del juego, los competidores tenemos ganas de ganar" aseguró el boricua, que dijo que el enfrentamiento había sido debido a la "frustración del peor partido de la temporada" y que entre él y Kevin Love "todo está bien. Dijo algo que no me gustó, respondí, pero ya está. Nada en contra de él".
"Pienso que ambos estamos frustrados y nos desquitamos uno con el otro cuando debimos desquitarnos con el otro equipo. Fue un error de nuestra parte. Ambos actuamos mal", añadió el pívot.