Cerca de 200 ultras detenidos y varios heridos es el balance de los altercados tras el partido que las selecciones de Polonia y Rusia disputaron este martes en el Estadio Nacional de Varsovia (1-1), un encuentro considerado de alto riesgo por la rivalidad histórica de ambos países.
"Los arrestados no eran verdaderos hinchas, sino ultras radicales que no habían venido a disfrutar de la fiesta del fútbol", ha explicado en rueda de prensa la ministra polaca de Deportes, Joanna Mucha.
Cerca de 160 de los detenidos son polacos, mientras que 24 son rusos, según informa la policía local. Además, varias personas, entre ellas diez policías, resultaron heridas de carácter leve en los enfrentamientos entre aficiones.
Los primeros incidentes tuvieron lugar cuando miles de hinchas rusos atravesaban el puente que cruza el río Vístula hacia el estadio de Varsovia, en una marcha que también servía para conmemorar el aniversario del nacimiento de la Federación Rusa tras el fin de la URSS.
Después, durante el encuentro, se produjeron varios incidentes en la fan zone ubicada en el centro de Varsovia, donde se calcula que hasta 100.000 personas presenciaron el choque en las pantallas gigantes.
Algunos ultras polacos habían viajado hasta Varsovia sin entrada para el partido sólo "para demostrar su fuerza" frente a la afición rusa, según dijeron a EFE antes del partido algunos seguidores del Lodz, la tercera ciudad más poblada de Polonia con unos 750.000 habitantes y situada a unos 140 kilómetros al oeste de Varsovia.
El Polonia-Rusia era considerado como el partido con más riesgo de esta Eurocopa por las tensas relaciones que ambos países han tenido a lo largo de la historia. Polonia ha sufrido durante siglos numerosos conflictos con Rusia, lo que había calentado especialmente los ánimos de la afición local, mientras que los seguidores rusos son más indiferentes a esas cuestiones históricas.