España tendrá que jugarse su paso a las semifinales de la Eurocopa ante Francia, nuestra bestia negra. La derrota de los galos ante Suecia y el triunfo de Inglaterra ante Ucrania condenan a los de Laurent Blanc a jugar ante la campeona del mundo y de Europa. O más bien al revés.
Pese a los triunfos de la selección en los últimos años, nuestros choques ante Francia están marcados por las derrotas y las eliminaciones. Nunca hemos ganado a nuestros vecinos en un partido oficial y en la mente aún están grabados el fallo de Arconada, el penalti de Raúl o el tanto de Zidane en el Mundial de Alemania.
Aunque en partidos amistosos el balance es favorable a España –13 victorias en 24 partidos, el último de ellos en marzo de 2010 con la victoria (0-2) en Saint Denis-, lo cierto es que en el momento de la verdad, Francia ha sido nuestra pesadilla, al menos en fútbol.
La falta de Arconada
El primer encuentro oficial entre Francia y España tuvo lugar ni más ni menos que en la final de la Eurocopa de 1984, celebrada en el país vecino. La selección dirigida por Miguel Muñoz logró la gesta de meterse en la final después de lograr la clasificación con la histórica goleada (12-1) a Malta y tras hacer un torneo primoroso.
Ya en la final, España estaba dispuesta a completar la machada ante la anfitriona, en París y contra Platini. La selección aguantó el primer tiempo, pero pronto se le iban a torcer las cosas en la reanudación. A los diez minutos, una falta sin aparente peligro botada por Platini se le coló a Arconada, héroe del torneo hasta entonces, por debajo del cuerpo. Ya en los últimos minutos, Bellone certificó el triunfo galo. Era la primer revés francés.
El último gran fracaso
España no falta a una fase final de un gran torneo desde la Eurocopa de Suecia 1994 y el responsable fue... Francia. La selección se vio encuadrada en un grupo muy complicado, con Checoslovaquia y Francia. Los españoles cayeron en los dos encuentros disputados ante nuestros vecinos.
En la ida, disputada en París, España perdió 3-1 y, como consecuencia de ellos, Luis Suárez acabó dejando su puesto de seleccionador a Vicente Miera. Éste tampoco pudo enderezar el camino de la selección, que perdió sus opciones de clasificación al caer (1-2), otra vez, ante Francia en Sevilla debido a los tantos de Papin y Luis Fernández. La derrota produjo una catarata de críticas y un cambio generacional en la selección que propició la llegada de Javier Clemente.
El único resultado positivo
Con el técnico vasco en el banquillo, España se volvió a ver las caras con Francia en la fase de grupos de la Eurocopa de Inglaterra en 1996. España llegaba al partido con dudas tras empatar ante la Bulgaria de Stoitchkov con un gol postrero de Alfonso.
Ante Francia, España estuvo a punto de hacer las maletas, ya que un gol de Djorkaeff puso a los galos por delante en el marcador. De nuevo a cinco minutos del final, un tanto de Caminero logró la igualada y, hasta la fecha, el único resultado positivo ante nuestros vecinos. Además, los bleus nos hicieron entonces un favor al vencer (3-1) en la última jornada a Bulgaria, permitiendo que España, con su triunfo (2-1) ante Rumanía, pasara a los cuartos de final.
El penalti de Raúl
Sólo cuatro años después, en la Eurocopa de Holanda y Bélgica, España y Francia volverían a verse en una Eurocopa. Esta vez, el conjunto galo era el claro favorito, ya que acababa de vencer la Copa del Mundo en su país liderado por Zinedine Zidane. España, por su parte, había conseguido la clasificación para los cuartos de final de manera agónica, gracias a un tanto en el último minuto de Alfonso ante Yugoslavia.
En el partido, disputado en el estadio Jan Bruegel de Brujas, España siempre fue a remolque en el resultado. Zidane adelantó a Francia al convertir de forma magistral un lanzamiento de falta. Sin embargo, España se mantuvo dentro del partido y logró igualar gracias a un penalti convertido por Mendieta. Antes del descanso, Djorkaeff volvió a dar ventaja al cuadro galo.
Cuando el partido agonizaba y Francia tenía el dominio del encuentro, el colegiado decretó un penalti de Barthez sobre Abelardo. Sin Mendieta en el campo, Raúl González, la estrella de la selección, tomó la responsabilidad. El siete intentó ajustar demasiado su lanzamiento y se le marchó fuera. Un penalti que le acompañaría por el resto de su carrera.
Otra vez Zidane
Por tercera vez en 12 años, España se volvía a medir a la Francia de Zinedine Zidane. El objetivo era jubilar a la estrella gala, que jugaba su último torneo profesional liderando a una vetusta Francia. La selección gala llegaba con un perfil bajo al Mundial de Alemania de 2006 con una generación en el ocaso de su carrera y con un Ribery muy joven.
España consiguió adelantarse con un penalti transformado por David Villa. Sin embargo, poco antes del descanso, Ribéry puso la igualada al batir a Casillas en un mano a mano. En los minutos finales del encuentro se consumó el desastre. Una falta lejana mal defendida por España fue cabeceada en el segundo palo por Patrick Vieira. Ya en los últimos minutos y con la selección volcada, Zidane puso la puntilla al encuentro.
Hasta ahora, ése es el último encuentro oficial entre franceses y españoles. Eso sí, en 2006, España todavía no era campeona de Europa ni del Mundo. Algo ha cambiado en la selección y el sábado será el momento de demostrarlo ante una de nuestras bestias negras.