Colabora

La cantera del Barça no es tan barata

El futbolista del Valencia sigue los pasos de Piqué, Fàbregas o Gerard, futbolistas que regresaron a casa por importantes cantidades.

La cantera de La Masía es actualmente una de las mejores del planeta, si no la mejor. De eso no hay duda. La cantidad de futbolistas que fabrica La Masía cada año desde hace ya varias temporadas es espetacular, ya sea para el primer equipo –Busquets, Pedro, Valdés, Cesc, Xavi, Puyol o Piqué han salido de ahí y lo han ganado todo– o para otros conjuntos de España y el resto de Europa.

Pero no es menos cierto que para colgarse esas medallas el Barcelona ha tenido que llevar a cabo importantes desembolsos. El regreso de varios hijos pródigos ha supuesto el gasto de cerca de 75 millones de euros. El último de ellos, Jordi Alba, ha costado 14. No es un fichaje caro, pero teniendo en cuenta que es un jugador formado en Ca’n Barça, se antoja cuando menos criticable.

Gerard inicia el camino

El primero de estos sonados regresas de los últimos años fue el del centrocampista Gerard López. El centrocampista había abandonado el Barcelona en 1997 con la carta de libertad. Tres años después, Gaspart acometía su fichaje por 3.600 millones de las antiguas pesetas, unos 21 millones de euros.

El de Granollers regresó al Camp Nou como uno de los futbolistas del planeta, después de haber alcanzado la final de Champions con el Valencia, pero nunca fue capaz de desplegar su magia en el Barça.

Gerard Piqué fue el siguiente. El central abandonó La Masía con 16 años para marcharse al Manchester United, donde se curtió como futbolista y llegó a debutar con el primer equipo en ese mismo 2004. Pero nada más llegar Guardiola al banquillo azulgrana, en 2008, solicita su fichaje y Piqué regresa a Barcelona por unos seis millones de euros.

Una historia similar, aunque mucho más cara, es la de Cesc Fàbregas, quien volvió al Barcelona tras convertirse en un futbolista de talla mundial en el Arsenal, club al que había llegado a los 16 años tras abandonar La Masía. En 2011, y tras proclamarse campeón de Europa y del Mundo con la selección española, el Barça pagó 34 millones de euros para convencer al conjunto londinense de que le dejara marchar.

En este verano el turno ha sido para Jordi Alba. El lateral zurdo se marchó de la cantera azulgrana rumbo al Cornellá. De ahí pasó por el Nàstic y finalmente al Valencia, donde terminó triunfando. Tras su gran año en Mestalla y su espectacular Eurocopa con la selección española, el Barcelona se ha decidido a recuperarle, aunque ello le haya costado 14 millones.

Temas

Ver los comentarios Ocultar los comentarios

Portada

Suscríbete a nuestro boletín diario