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Cleveland, Chicago y Atlanta, favoritos en la Conferencia Este

Con tres franquicias a priori por encima del resto arrancan los playoffs en el Este. Los sorprendentes Hawks evitarán a Bulls y Cavs hasta la final.

Aunque existe la opinión más o menos unánime de que los playoffs de la Conferencia Este serán de un nivel un tanto inferior a las terribles eliminatorias del lado Oeste del país, no es menos común la opinión de que uno, o quizá dos, de los grandes favoritos a hacerse con el anillo de campeón viajan por este lado menos exigente del cuadro final. Curiosamente, ninguno de ellos es en principio el que ha sido el mejor equipo de la conferencia.

Así, tanto Cleveland Cavaliers, como en menor medida Chicago Bulls, se presentan como grandes alternativas al poder que llega desde el Oeste. Por su parte, Atlanta Hawks, un equipo que ha enamorado a propios y extraños con su magnífico juego colectivo, parece estar un pasito por detrás en fiabilidad, aunque si es capaz de mantener el mismo nivel dado hasta ahora, debería ser considerado cuanto menos a la altura de los de Ohio e Illinois.

Atlanta - Brooklyn, con los papeles cambiados

Si hace poco más de un año nos hubieran dicho que una eliminatoria de primera ronda entre Atlanta Hawks y Brooklyn Nets se hubiera dado con los de Georgia primeros del Este, y los neoyorquinos octavos, y con un a priori favoritismo tan claro de los de Mike Budenholzer, pocos hubieran dado pábulo a tal afirmación. Por aquel entonces, el proyecto del magnate Prokhorov en Brooklyn parecía uno de los más competentes del país, aspirando al anillo en el medio plazo, mientras Atlanta era un equipo en reconstrucción que bastante hacía con colarse a última hora en las eliminatorias por el título.

Sin embargo, a estas alturas del mes de abril de 2015, los Hawks pasan por ser uno de los equipos más sólidos y atractivos de la liga, pese a no contar en sus filas con ninguna megaestrella del universo baloncesto. Una estructura coral que lleva al extremo el concepto de equipo de la mano de un Budenholzer que durante años fue el ayudante de Gregg Popovich en los Spurs, y que ha llevado esa misma ideología perfectamente a su nuevo equipo.

La presencia de cuatro All Stars (Al Horford, Jeff Teague, Paul Millsap y Kyle Korver) en su plantilla fue el premio perfecto a una temporada de ensueño y poco previsible allá por septiembre incluso para la propia estructura de la franquicia. Los playoffs ahora se presentan como la oportunidad para demostrar que lo de los de Budenholzer es algo más que una casualidad.

De inicio, partirán como claros favoritos ante Brooklyn Nets, el invitado de última hora en la lucha por el cetro de campeón. Un equipo que, de no ser por el pobre nivel de la clase media del Este, no habría llegado jamás a disputar la pelea final. No en vano, su balance de victorias y derrotas (38-44) no parece digno de seguir compitiendo a estas alturas. A poco se puede aferrar al equipo de Lionel Hollins para vencer a los Hawks más que al gran momento de forma de un Brook Lopez que terminó la liga regular en un magnífico estado, siendo el líder ofensivo del equipo en su pelea final por alcanzar la postemporada.

En el resto, destaca un grupo de veteranos curtidos pero lejos de su mejor etapa en la liga, desde Deron Williams hasta Joe Johnson. Parece una plantilla con potencial suficiente como para igualar fuerzas a los Hawks, pero la conjunción del juego colectivo entre unos y otros es tan diferente que todo lo que no sea un triunfo relativamente rápido de los de Budenholzer debería ser considerado una sorpresa, por más que la inesperada baja de Sefolosha pueda suponer un hándicap para el nivel defensivo del equipo de Georgia.

Los Cavs de LeBron, ante los sorprendentes Celtics

Por varios motivos, el gran favorito a alcanzar la final representando a la Costa Este serán los Cleveland Cavaliers. En primer lugar, por tener al mejor jugador del planeta, un LeBron James que volvió a casa el pasado verano, rodeado de una de las mejores plantillas del planeta. Continuando, por puro estado de forma, pues los de Ohio, tras un arranque muy dubitativo que llegó a generar dudas incluso sobre el futuro de David Blatt en el banquillo, han alcanzado la velocidad de crucero desde hace varias semanas, y pese a no igualar a los Hawks, pocos dudan de que son ahora mismo el candidato número uno a pelear el anillo al ganador del Oeste.

En el peor momento de la temporada, la lesión de Varejao pareció dejar cojo a un equipo con serios problemas defensivos ya con el brasileño, acaso su mejor hombre en cancha propia. Sin embargo, un movimiento a priori de segundo nivel, la incorporación del enorme pívot ruso Timofei Mozgov, al que Blatt tuvo a sus órdenes en la selección rusa, supuso el espaldarazo definitivo para una plantilla que a partir de ahí no paró de crecer. Quizá las únicas dudas las plantee un Kevin Love que no ha terminado de dar todo lo que se esperaba de él, tras ser el gran referente en los Wolves y adoptar un papel más secundario en Cleveland.

A la sombra de LeBron, tanto el ala pívot como esa máquina de encestar que es el base Kyrie Irving, aseguran un "Big Three" capaz de lograr las más altas cotas, rodeada de una pléyade de veteranos que conocen su papel al dedillo. Los Cavs, en definitiva, son una máquina que sigue engrasando su maquinaria para alcanzar la final, y parecen ir en el camino correcto para ello.

Los Cavs, favoritos a la estela de LeBron James. | Archivo

Se medirán a los Cavaliers unos Boston Celtics a los que siempre es agradable ver en los playoffs. La reconstrucción de Brad Stevens sigue su curso, y aunque el año arrancara con pocas aspiraciones para la franquicia más laureada de todos los tiempos, el fichaje de Isaiah Thomas supuso el salto de calidad definitivo para un equipo que ha terminado la temporada creyendo firmemente en sus posibilidades. Sin embargo, y pese a que en su último enfrentamiento con los Cavs, los Celtics destrozaran a su rival (117-78), baste reseñar que los de Blatt por aquellas fechas ya preparaban las eliminatorias, con LeBron, Irving y Love descansando, mientras que en Boston aún se jugaban las habichuelas. Todo lo que ocurra a partir de este domingo será, previsiblemente, muy distinto. Y la victoria céltica, pese a que a los clásicos les apene, no es más que una quimera.

Bulls-Bucks, la clave está en el interior

En el horizonte de los de LeBron James debieran aparecer los Chicago Bulls de Pau Gasol, en la que no para pocos sería la final anticipada del Este, con Atlanta, como justo premió a su campaña, por el lado más cómodo del cuadro. Los de Illinois parten como favoritos ante Milwaukee Bucks, pero, pese a disponer de todos sus efectivos, varias de sus piezas importantes no andan precisamente sobradas en el plano físico, desde el eternamente maltrecho Derrick Rose, hasta un Joakim Noah menos relevante desde la llegada de un Gasol estelar, a un nivel que pocos preveían.

La polivalencia de Jimmy Butler, jugador completísimo a ambos lados de la cancha, el talento desatado de un Nikola Mirotic cada vez más cómodo en el United Center, y la aportación de valores seguros como Taj Gibson, Mike Dunleavy, o Kirk Hinrich, permite al equipo de Thibodeau ser una referencia clara en el Este. Cuando Pau Gasol fichó por los Bulls, lo hizo por una opción deportiva, recuperando opciones de título. Quizá la temporada ha sido más irregular de lo debido, pero si el físico respeta a estos Bulls, sólo los Cavs, o en menor medida los sorprendentes Hawks, deberían tener los argumentos necesarios para pararles.

Pero antes de pensar en el reto de LeBron y sus Cavs, Chicago deberá pasar la prueba que supondrán unos Bucks capaces de hacer por momentos un buen baloncesto bajo el mandato de un Jason Kidd que, tras no triunfar en Brooklyn, ha consolidado su carrera como entrenador en Wisconsin. Una plantilla muy física, con jugadores eminentemente largos para sus posiciones, desde Carter Williams hasta Ilyasova pasando por ese diamante de ébano llamado Giannis Antetokounmpo, dotado de un talento físico innato y cada vez mejor jugador, pese a algún pequeño tira y afloja con el propio Kidd.

Sin embargo, pese a ser un equipo joven y en crecimiento, no parecen tener los Bucks argumentos suficientes para complicarle mucho la vida a unos Bulls claramente superiores en las posiciones interiores. No en vano, hace unos mese Pau Gasol realizó quizá su mejor partido desde que está en la NBA, al anotar 46 puntos… precisamente ante los Bucks.

Pau Gasol (I), referente interior de los Bulls

Washington y Toronto, a ser la alternativa

Cerrará la primera ronda en el Este el duelo entre dos franquicias que han dado varios pasos adelante en los últimos años: Toronto Raptors y Washington Wizards. Con algunas de las referencias en erupción de la NBA, como DeRozan y Lowry en los canadienses, y muy especialmente John Wall en los de la capital del país, sin embargo ninguno parece llegar boyante a estos playoffs. Toronto llegó a ser el número 1 del Este varias semanas, pero a todas luces era un equipo demasiado pobre bajo los aros como para mantener tal condición, y ya resulta meritorio de por sí haber concluido cuartos de conferencia, merced al bajón final de sus dos referentes exteriores.
Por su parte, la llegada de Paul Pierce daba a los Wizards esa veteranía exterior de la que adolecían hasta el año pasado, pase a tener sobrados argumentos tanto dentro como fuera de la zona. Sin embargo, tampoco han llegado precisamente como un tiro al tiempo de playoff, con ciertas dudas incluso sobre la figura de su entrenador, aunque, pese a no contar con el factor cancha, parecen favoritos en esta primera ronda. Eso sí, mucho deberían mejorar su idea colectiva si quisieran inquietar a los Hawks posteriormente, caso de superar el primer escollo canadiense.

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