Máxima igualdad de cara al choque del Santiago Bernabéu que decidirá el ganador del euroderbi de cuartos de final. Pocos pensaban que se acabaría decidiendo todo en el Calderón, pero estuvo muy cerca. Oblak lo evitó. El portero esloveno rescató al Atlético en el inicio para que respirara en la segunda mitad donde el duelo sí fue como se esperaba en la previa y no tan favorable al Real Madrid. Primer asalto nulo, decidirá el Bernabéu.
La primera parte tuvo un color blanco impoluto. El Real Madrid lo hizo todo bien y el Atlético, salvo el portero, casi todo mal. El conjunto de Ancelotti dominó por primera vez de forma clara al cuadro de Simeone. Fue superior en campo propio y en campo contrario, estuvo perfecto en las ayudas, los laterales volvieron loca a la defensa rojiblanca, la intensidad fue muy alta y sólo faltó el gol.
Parece mentira que el primer acto acabara con empate a cero, pero Oblak se multiplicó. ¿16 millones de euros? A la afición del Atlético le parecía calderilla viendo cómo sacaba un mano a mano a Bale en los primeros minutos para después detener a Cristiano, más veces a Bale y también a James Rodríguez. El cuadro local no reaccionaba y sólo esperaba un fallo del rival o una jugada a balón parado. Nada funcionó ya que el Real Madrid estuvo milimétrico a la hora de combinar y dominó la medular gracias al toque de Modric, Kroos y James. El trabajo de Bale, esta vez sí, hizo bueno el 4-3-3 de Ancelotti.
El Madrid sólo concedió al Atlético una opción con un pase largo de Sergio Ramos, muy parecido al 1-2 copero del Bernabéu, aunque en este ocasión Griezmann se precipitó y Casillas no tuvo demasiados problemas para evitar un gol que hubiese sido injusto a tenor de lo visto en los primeros 45 minutos.
Los primeros minutos fueron de desgaste
Al descanso se llegó con ambos equipos habiendo derrochado muchas energías, unos atacando y otros defendiendo. El nivel físico de ambos mediría mucho lo que pasaría en la segunda mitad, todo ello gracias a Oblak, porque sin él, el Real Madrid habría roto el marcador y lo habría ampliado. ¿El problema blanco? El Atlético seguía vivo.
El paso por vestuarios es una bendición para el Atlético. Simeone es capaz de cambiar la cara de su equipo en apenas quince minutos, le da otro aire y, casi siempre, la película cambia de género: de terror a épica. Los rojiblancos aprendieron de los muchos errores de la primera parte y consiguieron igualar las fuerzas y, por fin, tener ocasiones. Arda y Koke tuvieron que multiplicarse y poco a poco llegaron las oportunidades.
El partido estaba caliente, por todo lo que rodea a un choque así, pero cuando juntas a Mandzukic y Sergio Ramos... El central del Real Madrid pudo convertir una lucha normal en un problema con mayores consecuencias. Si tiramos de reglamento... Mandzukic se llevó un codazo, brecha y cabreo mayúsculo incluidos. Posteriormente se llevaría un puñetazo de Carvajal. Polémica servida con dos acciones dentro del área que el colegiado pasó por alto.
Tanto perdonó el Real Madrid en la primera parte que acabó pidiendo la hora en la segunda. El Atlético se lanzó a por el 1-0 de todas las maneras posibles, pero no lo encontró. Ancelotti metió a Isco por Benzema y Simeone hizo lo propio con Torres y Raúl García. Salió ganando el cuadro rojiblanco que encontró más opciones para asustar al Real Madrid y logró hacerlo aunque sin premio final.
Mario Suárez y Marcelo se perderán una vuelta que promete y mucho. En la ida, el Real Madrid superó al Atlético, no a Oblak.
Ficha técnica
Atlético de Madrid, 0: Oblak; Juanfran, Miranda, Godín, Siqueira; Arda, Mario, Gabi, Koke (Fernando Torres, m. 83); Griezmann (Raúl García, m. 77) y Mandzukic
Real Madrid, 0: asillas; Carvajal (Arbeloa, m. 85), Varane, Sergio Ramos, Marcelo; Bale, Kroos, Modric, James; Benzema (Isco, m. 76) y Cristiano Ronaldo
Árbitro: Milorad Mazic (Serbia). Amonestó a los locales Mandzukic (m.55), Raúl García (m.80) y Mario Suárez (m.85), y a los visitantes Sergio Ramos (m.80) y Marcelo (m.89)
Incidencias: partido de ida de los cuartos de final de la Liga de Campeones disputado en el estadio Vicente Calderón ante unos 54.000 espectadores