L D (EFE) En los primeros compases la igualdad fue la tónica dominante. El acierto de Kasper y Tahirovic en ambas porterías impidió cualquier atisbo de despegue en el marcador. Mientras el Portland llevaba la iniciativa merced al acierto de sus extremos Ortigosa y Carvajal, el Bosna recurría a la conexión con su pivote Toromanovic para contrarrestar la ofensiva y llegar al primer cuarto con un apretado guarismo (6-5, m.13).
Sólo cuando se vio apretado por el rival, el Portland decidió pisar el acelerador y le bastó con ajustar su defensa para romper el partido a la contra y endosar un parcial de 8-0 en apenas siete minutos, que dejaba encarrilada la victoria (14-5, m.20). Ni siquiera un tiempo muerto del técnico visitante, Halid Demirovic, logró frenar el ímpetu antoniano, teniendo que aprovechar el Bosna un lanzamiento desde los siete metros para lograr perforar la portería navarra. La renta de nueve goles a favor, sin embargo, hizo que el Portland se tomara un respiro en lo físico y el equipo visitante lo aprovechó para asomar ligeramente la cabeza antes de marcharse al vestuario.
En la reanudación, el Portland no quiso especular y a los diez minutos dejaba ya el partido visto para sentencia (25-15). Sabiéndose ganadores, las diferencias podían haber sido escandalosas, pero los antonianos, conscientes de sus próximos compromisos, decidieron reservar fuerzas, con lo cual perdieron intensidad y permitieron al conjunto bosnio mostrar algún destello de calidad que les llevó a maquillar el resultado. Lo único negativo del partido fue la lesión de Nikolic, un esguince de tobillo que le obligó a retirarse por precaución, pero que no parece revestir mayor alcance.
Sólo cuando se vio apretado por el rival, el Portland decidió pisar el acelerador y le bastó con ajustar su defensa para romper el partido a la contra y endosar un parcial de 8-0 en apenas siete minutos, que dejaba encarrilada la victoria (14-5, m.20). Ni siquiera un tiempo muerto del técnico visitante, Halid Demirovic, logró frenar el ímpetu antoniano, teniendo que aprovechar el Bosna un lanzamiento desde los siete metros para lograr perforar la portería navarra. La renta de nueve goles a favor, sin embargo, hizo que el Portland se tomara un respiro en lo físico y el equipo visitante lo aprovechó para asomar ligeramente la cabeza antes de marcharse al vestuario.
En la reanudación, el Portland no quiso especular y a los diez minutos dejaba ya el partido visto para sentencia (25-15). Sabiéndose ganadores, las diferencias podían haber sido escandalosas, pero los antonianos, conscientes de sus próximos compromisos, decidieron reservar fuerzas, con lo cual perdieron intensidad y permitieron al conjunto bosnio mostrar algún destello de calidad que les llevó a maquillar el resultado. Lo único negativo del partido fue la lesión de Nikolic, un esguince de tobillo que le obligó a retirarse por precaución, pero que no parece revestir mayor alcance.