Fernando Alonso siempre ha dicho que, de no haber sido piloto de Fórmula 1, le hubiera gustado ser futbolista. Y ayer dejó claro de nuevo que no se le hubiera dado nada mal.
Fue en el ya tradicional en Italia partita del cuore, disputado anoche en el Juventus Stadium de Turín, y en el que participaron, además del asturiano, gente como Marco Masini, Felipe Massa, Giancarlo Fisichella, Filippo Inzaghi, Pavel Nedved, Edgar Davids, o Stefano Baldini, mezclando exfutbolistas y famosos del país transalpino.
En el segundo tiempo una pena máxima cometida sobre el exfutbolista y ahora entrenador de la Juventus Antonio Conte fue ejecutada por Fernando Alonso. Y, aunque avisó al periodista a pie de campo de que iba a tirar a la derecha, terminó por lanzar a la perfección un penalti a lo Panenka. Cucchiao, como dicen en Italia.