Serio contratiempo para Zinedine Zidane, con el partido de ida de octavos de la Champions que el Real Madrid jugará ante la Roma (17 de febrero) a la vuelta de la esquina.
Gareth Bale ha recaído de su lesión en el sóleo de la pierna izquierda y su proceso de recuperación se alargará dos semanas más, con lo que es baja segura para el choque del fin de semana ante el Athletic de Bilbao y lo más probable es que no llegue a tiempo para la cita en el Estadio Olímpico de la capital italiana. No obstante, desde el Real Madrid han apuntado a Libertad Digital que esperan que Bale llegue al choque ante la Roma, aunque también dejan claro que no se le va a forzar.
El extremo británico, que se lesionó en el partido de Liga ante el Sporting el pasado 17 de enero, iba a estar en principio tres semanas de baja, lo que en principio le habría permitido llegar al partido de ida ante la Roma sin problemas.
Sin embargo, después de una semana de trabajo en arena que el club publicitó con imágenes de cada sesión de trabajo, Bale ha desaparecido de los entrenamientos y este mismo lunes se puso en manos de los fisios en la ciudad deportiva de Valdebebas.
Si no llega al choque en Roma, la intención de Zidane es que Bale juegue el domingo 21 de febrero contra el Málaga en La Rosaleda con la intención de coger ritmo de cara al derbi que el Real Madrid disputará una semana después frente al Atlético en el Santiago Bernabéu.
El pasado sábado, en la víspera del choque contra el Granada en el Nuevo Los Cármenes (1-2), el técnico francés apuntó: "Bale está mejor pero no totalmente recuperado, es mejor hacer las cosas bien con él e ir poco a poco".