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Pone fin a su carrera

Isinbayeva se despide con el oro en los Mundiales de Moscú

Yelena Isinbayeva se despide de la competición de la mejor manera posible, con un oro que la convierte en la más laureada de la historia.

Yelena Isinbayeva se despide de la competición de la mejor manera posible, con un oro que la convierte en la más laureada de la historia.
Yelena Isinbayeva celebra su oro en Moscú. | EFE

Yelena Isinbayeva, la atleta más carismática del último decenio, puso un remate de oro a su gloriosa carrera deportiva con su tercer título mundial de pértiga en una final que congregó a más de 40.000 espectadores en el estadio Luzhnikí.

Un salto limpio de 4,89 metros, ejecutado al primer intento, fue la marca ganadora que permanecerá para la historia ligada al adiós de la Zarina, aun cuando haya dejado la puerta entreabierta a un posible regreso. Como en los Juegos Olímpicos de Londres, la amenaza para Isinbayeva procedía del continente americano: la estadounidense Jennifer Suhr, campeona olímpica; la brasileña Fabiana Murer, campeona mundial, y la cubana Yarisley Silva, líder del año con 4,90 y autora de los cinco mejores saltos de la temporada.

Suhr se presentaba con un registro de 4,80 y Yelena en el tercer puesto con 4,78. La rusa, que tiene el récord al aire libre en 5,06, ha saltado este año 5,11, pero en los entrenamientos. Un nulo en 5,65 mantenía tercera a Isinbáyeva, por detrás de Jennifer Suhr y de la alemana Silke Spiegelburg, que superaron, como ella, los 4,75 pero llevaban un concurso inmaculado.

Isinbayeba, de 31 años, levantó los primeros clamores en el estadio Luzhniki después de cuatro jornadas de los Mundiales, especialmente cuando saltó a la primera 4,75, que le daban, momentáneamente, la segunda plaza por detrás de Suhr. El listón situado en 4,82 seleccionó a las tres medallistas porque sólo Suhr, Isinbayeva y la cubana Yarisley Silva pudieron con esa altura. Las tres atacaron los 4,89 con el podio asegurado.

Suhr y Silva se clasificaron por ese orden, como en los Juegos de Londres, donde empataron en 4,75 y el título se decidió por los saltos nulos, pero hoy las dos hubieron de rendir pleitesía a la reina Isinbayeva, a la más laureada de la historia. Isinbáyeva ha protagonizado una despedida acorde con su elevado rango, después de sus fracasos en los dos últimos Mundiales. En los últimos -Daegu 2011- sólo fue sexta. En los anteriores -Berlín 2009- no fue capaz de hacer un solo salto válido en la final. Sus títulos mundiales databan de Helsinki 2005 y Osaka 2007.

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