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Thomas Muster, con 43 años, vuelve a la clasificación ATP

El austriaco Thomas Muster, uno de los mejores jugadores de la historia sobre tierra batida y que durante poco más de un mes fue número uno mundial, ha vuelto a entrar en la clasificación de la ATP, en el puesto 988, cuando está a punto de cumplir 43 años y diez y medio después de su retirada.

Nacido en la localidad austriaca de Leibnitz el 2 de octubre de 1967, Muster se ha marcado un nuevo desafío en su carrera deportiva y, tras haber colgado la raqueta a finales de mayo de 2000, su objetivo es ahora volver a jugar los torneos "importantes" del circuito profesional.

De momento, y desde el pasado mes de junio, ya ha participado en cinco torneos menores (challenger tour): Braunschweig (Alemania), Kitzbühel (Austria), Como (Italia), Rijeka (Croacia) y Ljubljana (Eslovenia). En los cuatro primeros perdió en primera ronda y en el esloveno cayó en segundo turno. Así, su único partido ganado ha sido ante el joven zurdo croata Borut Puc, número 570 de la ATP y que, con 19 años, podría ser hijo de Muster, al que se ha impuesto por 6-3 y 6-1.

Estos cinco torneos le han permitido sumar siete puntos ATP y, con ello, entrar en la clasificación en la 988 posición –igualado a puntos con el australiano Todd Reid, que figura en el puesto 979–. Una posición extraña para quien fuera número uno mundial en dos ocasiones. Primero, una semana (del 12 al 19 de febrero de 1996) y luego, un mes y cuatro días (del 11 de marzo al 15 de abril de 1996).

Muster ganó a lo largo de su carrera deportiva 44 títulos ATP en individuales y jugó otras once finales, y uno en dobles. Entre sus grandes logros está un Grand Slam (Roland Garros 1995) y ocho títulos de Master Series (tres veces en Roma y Montecarlo, una en Essen y Miami). En premios oficiales, ganó 12.230.921 dólares.

Además, el austriaco logró sumar 40 triunfos consecutivos sobre tierra batida, un registro sólo superado por el español Rafael Nadal y por el argentino Guillermo Vilas.

Al margen de sus éxitos deportivos, el nombre de Muster está unido en el deporte al de haber protagonizado una de las gestas de superación humana más importantes. Logró alzarse a la cima mundial del tenis tras recuperarse de las graves lesiones sufridas en abril de 1989, cuando fue atropellado por un coche mientras disputaba el torneo de Cayo Vizcaíno (Estados Unidos).

Muster se acababa de clasificar para la final del torneo y, cuando se dirigía junto a su esposa a un centro comercial, tras realizar una entrevista, fue arrollado por un vehículo conducido por una persona en estado de embriaguez. Quedó en silla de ruedas, afectado en ambas piernas y, sobre todo, con los ligamentos de una rodilla destrozados. Hasta entonces su mejor puesto en la clasificación había sido el sexto (mayo de 1989).

Pese a que muchos le daban ya como inútil para el tenis, y para el deporte, en la mente de Muster estaba no arrojar la toalla. Deseaba volver a las pistas y, tras ser operado, para seguir entrenándose se hizo fabricar una silla especial que le permitía golpear a la bola. A base de una gran fuerza de voluntad y trabajo, seis meses después del accidente (le pronosticaban un mínimo de diez meses de recuperación) logró el milagro de volver a las pistas y, además, rompió sus registros. Jugó su primer encuentro oficial en el Real Club de Tenis Barcelona y empezó una gran progresión que le llevó el 12 de febrero de 1996 a convertirse en el número uno mundial.

Siguió en las zonas nobles de la clasificación durante unos años, hasta que en 1999 decidió retirarse del tenis profesional. Antes, ocho años después de su accidente, se había quitado la espina del torneo de Cayo Vizcaíno, que conquistó en 1997, imponiéndose en la final al español Sergi Bruguera. Su última presencia en la clasificación ATP databa del 29 de mayo de 2000, cuando ocupó la posición 1.329. Ya había colgado la raqueta.

Ahora, diez años y cuatro meses después, vuelve a estar en la clasificación ATP, en el puesto 988. Su desafío en estos momentos no está en entrar ni siquiera entre los 100 primeros, aunque por intentarlo no quedará, sino en volver a jugar alguno de los torneos importantes del circuito. De momento, al menos un ATP 250. Para ello deberá esperar que algún torneo le conceda una de las plazas de invitación que tienen a su disposición, pues actualmente no está para pasar una fase de clasificación. Pero el nuevo reto de Muster ya ha comenzado.

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