Torres salva los muebles para el Atlético ante un Osasuna que no supo aprovechar la expulsión de Pablo (1-1)

(Libertad Digital) En un intento casi desesperado por cambiar la negativa dinámica del Atlético en el Vicente Calderón, Javier Aguirre presentó una alineación novedosa. Cierto es que sufría las bajas de los lesionados Leo Franco, Seitaridis y Galletti, además de los de larga duración Maxi, Petrov y Miguel de las Cuevas, aunque no menos sorprendente fue su decisión de dejar a Maniche fuera de la convocatoria por llegar tarde a un entrenamiento. El técnico mexicano sacó un conjunto lo más ofensivo posible. Entregó la banda derecha a Luis Perea y la izquierda a Antonio López, dejó a Mista y Jurado con libertad para enlazar con el ataque y a Torres que se volcase al costado que considerase oportuno.

Su idea dio el balón al Atlético, que tuvo algo más de ritmo que en ocasiones anteriores, pero también provocó un atasco por el centro, que favoreció las intenciones de un Osasuna temeroso, que acudió a la cita sin muchos de sus hombres importantes, entre ellos los lesionados Valdo y Delporte. El técnico 'Cuco' Ziganda, en la grada por sanción, alineó un único delantero, pero fue suficiente, porque Webó marcó en la única ocasión que tuvieron los 'rojillos'. Lo hizo en el minuto 36, desde el área pequeña, tras un inofensivo saque de esquina, después de que Pablo no lanzase el fuera de juego y Zé Castro descuidase la marca.

Hasta ese momento fue mejor el Atlético, o por lo menos tuvo más intención de marcar, asido al juego de Torres, nuevamente el mejor de su equipo. No tiene suerte el 'Niño', convertido en un mejor jugador de lo que indican sus números. Torres baja al centro del campo, se abre a las bandas y, a menudo, parten de él las mejores jugadas, pero marca menos goles y eso es lo que queda, lo que alimenta el debate. Ante Osasuna, fabricó un par de ocasiones que no aprovechó el 'Kun' Agüero, autor del único disparo con peligro en la primera mitad, desviado por Ricardo (m.43), y firmó el empate con un gran tanto, tras controlar el balón en el pico del área, regatear a un defensa osasunista y batir a Ricardo con un disparo cruzado por alto que se coló por toda la escuadra.

Y es que Torres rescató a un Atlético que había llegado al descanso deprimido por la marcha del encuentro y se encontró con más problemas nada más comenzar el segundo tiempo, cuando una dura entrada de Pablo sobre Webó en el centro del campo llevó al central manchego al vestuario (m.47) y a Costinha al eje de la zaga, para recomponer de forma apresurada el conjunto. Favorecido por la expulsión y lanzado por el juego entre líneas de Héctor Font, Osasuna había comenzó a llegar con más peligro, había asustado a la afición local con un disparo de Juanlu, pero se encontró con el empate cuando mejor lo tenía, una igualada que ambos terminaron por considerar un mal menor. El Atlético, porque es más efectivo lejos de casa y Osasuna, porque parte ante su público con el resultado inicial de su lado.