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España, primer semifinalista de la Copa Confederaciones

La selección española ya está en semifinales de la Copa Confederaciones gracias a un gol de David Villa, que derrumbaba el muro defensivo de Irak (1-0). El equipo dirigido por Vicente del Bosque está a un solo encuentro de igualar la racha de partidos invicta de Brasil.

(Libertad Digital) En toda gran competición, una selección no mantiene nunca la misma regularidad. Y España tuvo su día tonto ante Irak. Lo que antes costaba una derrota humillante, lo solventó el equipo de Del Bosque sin brillantez pero con un dominio aplastante. Ahora España está a un solo partido de igualar la racha de partidos invicta de Brasil (35).

En la víspera, el técnico de Irak, el serbio Bora Milutinovic, había comparado la actual selección española, la de los récords, con aquella Brasil de la década de los 70. Por fútbol, toque y resultados. Ante la selección nacional no le quedaba otra alternativa que replegar a su equipo. Crear un muro defensivo para anular las armas de su rival. Y el preparador balcánico consiguió que España perdiese su identidad por momentos y que sólo chutase a puerta en dos ocasiones en el primer tiempo: Cazorla blando desde la frontal y un cabezazo de Capdevila que costó detener al portero Kassid.

La defensa de cinco de Irak provocó cambios. Pensaba Del Bosque que abriendo el campo con Cazorla y Juan Mata, los extremos nutrirían de balones a Fernando Torres y Villa. Se olvidó el seleccionador del estado de gracia de Cesc Fábregas. Y el gran perjudicado fue Xavi Hernández porque le faltó un socio para tocar en corto. Corrió 4,5 kilómetros en una primera mitad en la que nunca encontró la llave para abrir el cerrojo. El ritmo bajo lo marcó Irak, y España no supo romperlo. Sólo el ímpetu de Sergio Ramos decantó el campo hacia la derecha. La izquierda, sin Albert Riera, no existía. No hay mejor forma para cambiar la dinámica de partidos en los que el rival renuncia al balón, que tocar con velocidad y los largos desplazamientos. Xabi Alonso debía ejecutarlos. Su bota es un guante, pero no había frescura en los costados para romper el orden del rival.

Irak estaba cómoda en su papel. El mismo número de cambios que hizo Del Bosque lo repitió Milutinovic. Cuatro modificaciones, todas ellas ofensivas. Renunciando al ataque sacrificando a su estrella goleadora Jassim Mahmoud, junto a su pareja Imad Mohammed. El contraataque como apuesta para el milagro. Balones para Akram para matar el partido y la pelea de Alaa Abdul Zarah, solo ante Piqué y Marchena. El nuevo papel de grande del fútbol mundial de España le pone en el camino este tipo de partidos. Es una consecuencia del éxito. Ramos supo romper en dos trazos la disciplina táctica de Irak. Buscó siempre a Villa y lo encontró con un medido centro cruzado que el 'Guaje' pateó al lateral de la red.

Pero su momento estaba por llegar. Sólo el gol puede alegrar los días difíciles que está viviendo Villa, deseoso de recibir la llamada que confirme su traspaso al Real Madrid. Lo encontró el asturiano en el momento que más lo necesitaba España. A los diez minutos de la segunda parte, el primer centro medido de Capdevila lo convirtió Villa al batir al portero con un testarazo ajustado al palo. Remató libre de marca, en el único despiste de los tres centrales, para convertirse en el segundo máximo artillero de la historia de la selección española (30 goles en 46 partidos), para terminar sentenciando un partido rocoso.

Irak no tenía calidad para reaccionar, pues España no pierde su estilo ni en los peores momentos. Realizó un ejercicio de paciencia hasta encontrar el premio y aumentó la velocidad en el segundo período para hacer intervenir en continuas ocasiones a Kassid, que respondió a la perfección ante la descomunal potencia de Xabi Alonso con sus lanzamientos lejanos. También lo hizo en el mano a mano ante Mata y vio cómo Fernando Torres chutaba alto tras una muestra de su velocidad tras pase cruzado de Cazorla.

Lo intentó con poca fe Irak, basado en la calidad de Akram, que disparó alto en la acción de más peligro. Casillas no tuvo que realizar ninguna parada. Y no hubo más premio para ningún jugador español. Ramos lo mereció, pero su disparo rozó el larguero. Cayó la noche sobre Sudáfrica con España sellando su pase a semifinales a falta de un partido para el final de la fase de grupos e Irak dejando para el último partido, ante Nueva Zelanda, sus opciones de adueñarse del segundo puesto.


Ficha técnica del partido

España, 1: Casillas; Sergio Ramos, Marchena, Piqué, Capdevila; Xabi Alonso, Xavi (Busquets, m.80), Cazorla (Silva, m.66), Mata; Torres y Villa (Güiza, m.74)
Irak, 0: Kassid; Salam, Ali, Fareed, Ali Hussein, Basem; Muayad, Akram, Samer (Kareem, m.59), Hawar (Karrar, m.69); y Alaa Abdul (Mahmoud, m.79)

Gol: 1-0, m.56: Villa
Árbitro: Matthew Breeze (Australia). Mostró tarjeta amarilla al iraquí Basem (m.28) y a los españoles Xabi Alonso (m.36) y Marchena (m.52)
Incidencias: Partido correspondiente a la segunda jornada del Grupo A de la Copa Confederaciones disputado en el Free State Stadium de Bloemfontein ante la presencia de unos 28.000 espectadores
 

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