L D (EFE) Estas fuentes han admitido que, en el caso de Javier de la Rosa se ha utilizado un artículo del reglamento penitenciario, el 100.2, cuya aplicación no es habitual. En lugar de proponer o conceder directamente el tercer grado al empresario, la consellería de Justicia de la Generalitat ha aplicado el citado artículo que permite al reo salir del centro penitenciario durante el día para "trabajar".
De esta manera, Javier de la Rosa sale de la cárcel los días laborables hacia las 8 de la mañana y regresa hacia las 8 ó 9 de la noche, mientras que los fines de semana sí que debe permanecer en la prisión de Brians. La Generalitat propuso este régimen excepcional al juez de vigilancia penitenciaria, que lo autorizó, aunque la fiscalía ha recurrido la medida.
La situación penitenciaria del financiero ha sido motivo de polémica en más de una ocasión puesto que la Generalitat le concedió directamente el tercer grado a los 22 días de ingresar en prisión, el pasado 23 de noviembre, para cumplir su primera pena, de 1 año y 8 meses, por intentar estafar más de 50.000 millones de pesetas al grupo KIO.
Partidos políticos e incluso el tribunal que condenó y encarceló a De la Rosa, por boca del magistrado Santiago Vidal, criticaron esta medida y denunciaron un presunto trato de favor al financiero. La fiscalía recurrió ese tercer grado y el juez penitenciario lo revocó en un auto en el que afirmó que la Generalitat se había precipitado al conceder el beneficio de la semilibertad a De la Rosa a los 22 días de ingresar en prisión.
De esta manera, Javier de la Rosa sale de la cárcel los días laborables hacia las 8 de la mañana y regresa hacia las 8 ó 9 de la noche, mientras que los fines de semana sí que debe permanecer en la prisión de Brians. La Generalitat propuso este régimen excepcional al juez de vigilancia penitenciaria, que lo autorizó, aunque la fiscalía ha recurrido la medida.
La situación penitenciaria del financiero ha sido motivo de polémica en más de una ocasión puesto que la Generalitat le concedió directamente el tercer grado a los 22 días de ingresar en prisión, el pasado 23 de noviembre, para cumplir su primera pena, de 1 año y 8 meses, por intentar estafar más de 50.000 millones de pesetas al grupo KIO.
Partidos políticos e incluso el tribunal que condenó y encarceló a De la Rosa, por boca del magistrado Santiago Vidal, criticaron esta medida y denunciaron un presunto trato de favor al financiero. La fiscalía recurrió ese tercer grado y el juez penitenciario lo revocó en un auto en el que afirmó que la Generalitat se había precipitado al conceder el beneficio de la semilibertad a De la Rosa a los 22 días de ingresar en prisión.