Este lunes, el diario El País pide en su editorial una reforma laboral que flexibilice el mercado español, que considera demasiado "rígido", en cambio sanciona el abaratamiento del despido y considera que es necesario proceder a dicha reforma pero entiende que "no hay necesidad de entrar en la eterna reclamación de la CEOE del abaratamiento del despido".
En opinión del rotativo de Prisa, el Gobierno se enfrenta en 2010 al reto de "apuntalar un mercado laboral en ruinas, que ha expulsado más de 1,5 millones de ocupados entre junio de 2008 y septiembre de 2009 y que se ha demostrado discriminatorio e ineficiente". En cambio, según dice, ahora es cuando "empieza a ser vital que las fuerzas sociales negocien un acuerdo que reduzca la dualidad del mercado y corrija las deficiencias".
Sin dejar de aplaudir los paquetes de ayuda que ha puesto en marcha el gobierno, con un fuerte incremento del gasto público, El País dice ahora que "es el momento de articular una reforma del gasto público que permita asignar recursos a educación e inversión al tiempo que se reduce el déficit público". De no hacerlo, el diario de Prisa teme que "se bordea el riesgo de acabar con un coste de financiación de la deuda inasumible para la estructura fiscal del país".
Por último pide una reforma financiera y se pregunta si "este gobierno está preparado para hacer frente a estos desafíos y tiene la fuerza política para hacerlo".
¿Qué decía El País en junio?
Una postura, la que muestra ahora El País un tanto diferente a la que adoptaba hace sólo unos meses. En junio del pasado 2009, el diario de Prisa señalaba que "es oportuno esperar a que la economía española recupere elevadas tasas de crecimiento antes de pactar una reforma laboral". Ahora que teme un periodo prolongado de estancamiento es cuando urge a pactar dicha reforma.
Entonces, en verano, consideraba prioritario el restablecimiento "de la plena operatividad del sistema financiero, es decir, que los balances de bancos y cajas les permitan recuperar el flujo de préstamos como fuente de negocio".
La dualidad del mercado laboral
El País identifica como uno de los principales problemas del mercado laboral español es su "dualidad". Es decir, "una gran cantidad de jóvenes preparados sufre las inclemencias de la contratación precaria y el despido, a pesar de que podría sustituir con solvencia a una parte de la población que tiene contratos inamovibles".
Este es el mismo problema que identifica, curiosamente, el líder de la oposición, Mariano Rajoy. Así lo ha expresado el domingo en una extensa entrevista en El Mundo, y este lunes en una entrevista en la SER, y en una rueda de prensa en la sede del PP en Génova.
En estas tres ocasiones, Rajoy esboza algunas medidas más de las que ha ofrecido hasta ahora en lo que se refiere a su propuesta de reforma del mercado laboral. Del mismo modo que hacen El País, y Prisa, Rajoy tampoco quiere que se le asocie a un abaratamiento de los costes de despido.
Las claves de la reforma laboral de Rajoy, pasan por "la intermediación en el mercado de trabajo para terminar con el monopolio del INEM; la formación necesariamente debe reformarse, no basta con hacer cursos, tiene que haber un procedimiento reglado que garantice la cualificación que se adquiere con esos cursos; hay que reformar la negociación colectiva, que tiene que ser mucho más flexible, y hay que terminar con la dualidad de los contratos".
Preguntado este domingo en El Mundo específicamente por el abaratamiento del despido, únicamente señaló que apoyaría "un contrato con menor indemnización siempre que se vincule a más estabilidad". Donde sí insiste es en la rebaja de las cotizaciones sociales.
Crece la desconfianza
Este ligero cambio de prioridades para el diario El País, así como una definición algo más precisa en los planes de Rajoy en lo que se refiere al mercado laboral, coinciden también con la publicación este domingo de una encuesta en el diario El País sobre intención de voto y valoración de líderes.
Dicha encuesta evidencia una ventaja del PP sobre el PSOE y un incremento en la desconfianza sobre la economía y la salida de la crisis. Además, varios ministros aventajan en valoración popular a Zapatero y Rubalcaba y Chacón se colocan como posibles sustitutos del presidente, entre los encuestados.