Revisó al alza el crecimiento de la zona euro, que alcanzará un 1,4% en 2011 y un dos por ciento en 2012, según el organismo.
El BM, que publicó el informe actualizado "Perspectivas Económicas Globales" con sus últimas previsiones de crecimiento para la economía mundial, había pronosticado en junio pasado que la zona euro crecería un 1,3% este año y un 1,8%, en 2012. "En los países europeos de ingresos altos, la recuperación seguirá tropezando con la incertidumbre que rodea a la deuda soberana en varios países, así como con el mayor endurecimiento fiscal", señala el informe del BM.
Aun así, la buena marcha de algunas de las mayores economías de la zona ayudará a contrarrestar ese efecto y a absorber lentamente el desempleo y la capacidad ociosa, destaca el estudio.
El informe, que no incluye previsiones individuales en el caso de la zona euro, destaca que en los países "más profundamente afectados por la crisis" no se espera que el crecimiento sea lo suficientemente fuerte para una reducción rápida del desempleo. El análisis recuerda la presión a la que se vieron sometidos en los últimos meses del 2010 países como Irlanda, así como Bélgica, Grecia, Irlanda, Italia, Portugal y España.
"Las repercusiones de este renovado brote de nerviosismo de los inversores no son claras", indicó el Banco Mundial, que destacó, de todos modos, que el escenario más probable es que esa preocupación tenga un impacto "limitado" sobre la economía real. Aun así, "si la volatilidad continúa", los inversores podrían aplazar proyectos de inversión y los consumidores posponer las compras de bienes duraderos, alertó el organismo. "Ese comportamiento podría ralentizar el crecimiento y posiblemente conducir a una recaída en la recesión a algunos países", insiste el informe del BM.
Y no sólo eso, sino que "el nerviosismo en los mercados podría llevar a una intensificación de las estrategias de consolidación fiscal" en la zona euro, lo que ralentizaría "aun más" el ritmo de la recuperación en el 2011.
El BM considera "muy improbable" que las tensiones fiscales europeas tengan un final caótico, pero señaló que ese hipotético escenario es una "importante fuente de incertidumbre" tanto para los países desarrollados como para los emergentes.
El informe destaca además que la creciente integración financiera de la zona euro y en general la de los países desarrollados implica que existen muchas interconexiones entre sus bancos. El BM recordó, por otro lado, que los bancos de España y Portugal son "una fuente importante de financiación" en Latinoamérica.
Los bancos españoles, subrayó el BM, tienen alrededor del 25% del capital bancario en México, Chile y Perú. Además, alrededor del 11% de los depósitos de Latinoamérica y el Caribe están en bancos españoles, mientras que los préstamos de bancos españoles representan alrededor del nueve por ciento de los activos bancarios totales en la región.
Si los bancos europeos, tuviesen que aumentar su capital o sufriesen algún tipo de crisis severa, podrían tener que retirar sus inversiones para cubrir sus pérdidas, señaló el Banco Mundial, lo que podría hacer que se contraigan los flujos hacia las regiones en desarrollo afectadas.
Aun así, el BM consideró "improbable" que Latinoamérica tenga problemas de capital por sus vínculos con el sistema bancario español ya que, según mencionó, la mayoría de los bancos operan a través de filiales y están sujetos a requisitos de capital y a regulaciones de los países en los que se establecen. El informe prevé que la economía mundial crezca un 3,3% este año y un 3,6 en el 2012 impulsada por los países en desarrollo. Según las proyecciones del organismo, los países en desarrollo crecerán un seis por ciento este año y un 6,1% en 2012, frente al 2,4 y el 2,7%, respectivamente, de los países desarrollados.
"Es la historia de dos mundos distintos", afirmó el economista del BM Hans Timmer durante una rueda de prensa en la que se presentó el informe.