
L D (EFE) Bush, quien realizó una gira por Austria y Hungría esta semana para discutir los avances y retos en la agenda bilateral, incluyendo cómo propagar la prosperidad económica mundial, aseveró que la economía de EEUU se encuentra por la "vía rápida" al inicio del verano boreal pero, para mantener ese ritmo, el Gobierno debe restringir los gastos fiscales, mediante reformas legislativas al proceso de autorización de gastos.
Por ello, Bush pidió nuevamente la autoridad para poder tachar de cualquier proyecto de ley presupuestario propuestas que incluyan "gastos innecesarios", sin tener que vetarlo en su totalidad. Bajo el sistema actual, los legisladores pueden incluir en un proyecto de ley presupuestario gastos no relacionados al objetivo del mismo.
Esto crea un dilema tanto para el Congreso como para el propio presidente: rechazar el anteproyecto, aunque incluya buenos componentes, o aprobarlo, incluso si supone un derroche de fondos. Bush señaló que para corregir ese problema el Congreso debe darle autoridad para eliminar de cualquier proyecto de ley los gastos que considere innecesarios, sin tener que vetar toda la medida. Un total de 43 de los 50 gobernadores del país tienen esa autoridad para los gastos estatales, señaló Bush.
Hace diez años, el Congreso concedió esa autoridad al entonces presidente Bill Clinton, pero el Tribunal Supremo de EEUU determinó posteriormente que era anticonstitucional porque restaba autoridad fiscal al Legislativo. Pero Bush propone identificar de antemano la lista de gastos "innecesarios" dentro de un proyecto presupuestario para que posteriormente el Congreso la evalúe y lleve a votación. De esta forma, explicó Bush, se impondría una mayor disciplina en el proceso de autorización de gastos y reduciría el incentivo para malgastar el dinero de los contribuyentes.
Por ello, Bush pidió nuevamente la autoridad para poder tachar de cualquier proyecto de ley presupuestario propuestas que incluyan "gastos innecesarios", sin tener que vetarlo en su totalidad. Bajo el sistema actual, los legisladores pueden incluir en un proyecto de ley presupuestario gastos no relacionados al objetivo del mismo.
Esto crea un dilema tanto para el Congreso como para el propio presidente: rechazar el anteproyecto, aunque incluya buenos componentes, o aprobarlo, incluso si supone un derroche de fondos. Bush señaló que para corregir ese problema el Congreso debe darle autoridad para eliminar de cualquier proyecto de ley los gastos que considere innecesarios, sin tener que vetar toda la medida. Un total de 43 de los 50 gobernadores del país tienen esa autoridad para los gastos estatales, señaló Bush.
Hace diez años, el Congreso concedió esa autoridad al entonces presidente Bill Clinton, pero el Tribunal Supremo de EEUU determinó posteriormente que era anticonstitucional porque restaba autoridad fiscal al Legislativo. Pero Bush propone identificar de antemano la lista de gastos "innecesarios" dentro de un proyecto presupuestario para que posteriormente el Congreso la evalúe y lleve a votación. De esta forma, explicó Bush, se impondría una mayor disciplina en el proceso de autorización de gastos y reduciría el incentivo para malgastar el dinero de los contribuyentes.