L D (EFE) En una rueda de prensa para analizar los datos del IPC difundidos hoy por el INE, De Guindos explicó que el descenso generalizado de todos los componentes del IPC en diciembre, excepto de los bienes industriales no energéticos, afianza la previsión de un continuo descenso de la tasa hasta el entorno del 2,5 por ciento.
Destacó la importancia que la apreciación del euro ha tenido en la tasa de inflación anual dado que ha contrarrestado el impacto alcista del petróleo, con un encarecimiento de cerca del diez por ciento, e indicó que, sin la revalorización, el precio de los combustibles sería entre un cinco y un seis por ciento superior al actual, lo que habría tirado al alza del IPC anual.
No obstante, reconoció que la apreciación del euro limita la competencia de las exportaciones españoles. El secretario de Estado de Economía, destacó que el proceso de desaceleración del inflación ha sido superior al registrado por la Unión Europea, y con un proceso paralelo de crecimiento inverso dado que en el caso de España será de cerca del 2,5 por ciento frente al 0,5 por ciento previsto para el conjunto de la UE. Estos datos, dijo, han dado lugar a un recorte en el diferencial de precios con la UE y a un avance en convergencia. Además, consideró que la moderación en el aumento de los precios de los alimentos frescos a finales de año hace pensar que el encarecimiento registrado entre los meses de junio y septiembre fue consecuencia de factores exógenos.
Destacó la importancia que la apreciación del euro ha tenido en la tasa de inflación anual dado que ha contrarrestado el impacto alcista del petróleo, con un encarecimiento de cerca del diez por ciento, e indicó que, sin la revalorización, el precio de los combustibles sería entre un cinco y un seis por ciento superior al actual, lo que habría tirado al alza del IPC anual.
No obstante, reconoció que la apreciación del euro limita la competencia de las exportaciones españoles. El secretario de Estado de Economía, destacó que el proceso de desaceleración del inflación ha sido superior al registrado por la Unión Europea, y con un proceso paralelo de crecimiento inverso dado que en el caso de España será de cerca del 2,5 por ciento frente al 0,5 por ciento previsto para el conjunto de la UE. Estos datos, dijo, han dado lugar a un recorte en el diferencial de precios con la UE y a un avance en convergencia. Además, consideró que la moderación en el aumento de los precios de los alimentos frescos a finales de año hace pensar que el encarecimiento registrado entre los meses de junio y septiembre fue consecuencia de factores exógenos.