LD (EFE) Así lo ha afirmado Wolfowitz en una entrevista publicada por el vespertino francés "Le Monde", el día en que defendió su estrategia anticorrupción frente a las críticas de varios países europeos, en una intervención en Singapore, donde se celebra la asamblea anual del Banco Mundial (BM) y del Fondo Monetario Internacional (FMI).
"Si he dicho que la lucha contra la corrupción era una prioridad, es porque me consternó ver que el nivel de vida de 600 millones de africanos no progresaba, e incluso retrocedía, a causa de la corrupción", explicó Wolfowitz al diario francés.
Según ha explicado, África le ha "sorprendido gratamente" ya que muchos Gobiernos, como en Tanzanía o Etiopía, "han colocado el buen gobierno a la cabeza de sus preocupaciones". Wolfowitz argumentó, sin embargo, que "no basta" que los presidentes y primeros ministros estén "convencidos de la necesidad de la transparencia y honradez". Es preciso, agregó, que los ministros, consejeros "e incluso los pueblos" compartan la convicción de que "el buen gobierno es la condición sine qua non de un despegue económico" y de un nivel de vida mejor de la población.
Por otra parte, Wolfowitz defendió su decisión de pedir al Ejecutivo de Singapur que autorizara a los anti-globalización a acudir y manifestarse durante la asamblea. Dijo que, por una parte, había un acuerdo con las autoridades de Singapur que preveía "explícitamente esta expresión de grupos y personas acreditados por nosotros", y recalcó que "este acuerdo de 2003 no ha sido respetado". Por otra parte, afirmó, es "muy importante escuchar a los que no piensan como nosotros. Porque a veces tienen razón. No hay que cerrar el oído".
"Si he dicho que la lucha contra la corrupción era una prioridad, es porque me consternó ver que el nivel de vida de 600 millones de africanos no progresaba, e incluso retrocedía, a causa de la corrupción", explicó Wolfowitz al diario francés.
Según ha explicado, África le ha "sorprendido gratamente" ya que muchos Gobiernos, como en Tanzanía o Etiopía, "han colocado el buen gobierno a la cabeza de sus preocupaciones". Wolfowitz argumentó, sin embargo, que "no basta" que los presidentes y primeros ministros estén "convencidos de la necesidad de la transparencia y honradez". Es preciso, agregó, que los ministros, consejeros "e incluso los pueblos" compartan la convicción de que "el buen gobierno es la condición sine qua non de un despegue económico" y de un nivel de vida mejor de la población.
Por otra parte, Wolfowitz defendió su decisión de pedir al Ejecutivo de Singapur que autorizara a los anti-globalización a acudir y manifestarse durante la asamblea. Dijo que, por una parte, había un acuerdo con las autoridades de Singapur que preveía "explícitamente esta expresión de grupos y personas acreditados por nosotros", y recalcó que "este acuerdo de 2003 no ha sido respetado". Por otra parte, afirmó, es "muy importante escuchar a los que no piensan como nosotros. Porque a veces tienen razón. No hay que cerrar el oído".