LD (EFE) Fuentes del mercado de divisas atribuyeron las recientes ganancias de la moneda única a su capacidad de asumir la función de puerto seguro que ofrecía antes el dólar en tiempos de crisis políticas en el mundo. Durante la sesión matinal en Europa, el euro logró su mejor cotización en más de tres semanas al cambiarse en Fráncfort a 1,1849 dólares, sólo un 0,8 por ciento menos que su récord histórico de 1,1934 dólares del pasado mayo.
Pero la divisa europea también se apreció considerablemente respecto al yen, al pagarse a 129,335 yenes, tras los decepcionantes datos económicos que EEUU publicó el viernes y que pueden afectar también a la economía nipona. El euro recibió simultáneamente el apoyo psicológico de los avances conseguidos por el Gobierno alemán para introducir reformas estructurales y estimular su economía, que en el tercer trimestre del año salió de la recesión.
Para los próximos días, la situación en los mercados de divisas puede distenderse ligeramente, si no se producen nuevos atentados terroristas en Irak, Turquía u otros países de Oriente Medio, anticiparon fuentes del sector. La sensibilidad que muestran los mercados financieros respecto a estos acontecimientos quedó bien patente este lunes en Japón, donde las amenazas, supuestas o reales, de un ataque a ese país asiático por la organización terrorista Al Qaida contribuyeron a que el índice bursátil Nikkei descendiera un 3,7 por ciento.
El debilitamiento registrado por el yen fue atribuido también al desplome del este barómetro y a las amenazas de Al Qaida de cometer atentados en EEUU y sus países aliados, incluido Japón. En Europa, el euro se siente arropado por un crecimiento económico modesto en la eurozona, en torno al 0,5 por ciento para el conjunto de 2003, que se consolidará el año siguiente, hasta el 1,7 por ciento, según previsiones del Banco Central Europeo (BCE). Pero son los indicadores de confianza en Europa los que últimamente parecen haber dado alas al euro, más que el crecimiento real, que sigue siendo más reducido que en Japón y EEUU.
Pero la divisa europea también se apreció considerablemente respecto al yen, al pagarse a 129,335 yenes, tras los decepcionantes datos económicos que EEUU publicó el viernes y que pueden afectar también a la economía nipona. El euro recibió simultáneamente el apoyo psicológico de los avances conseguidos por el Gobierno alemán para introducir reformas estructurales y estimular su economía, que en el tercer trimestre del año salió de la recesión.
Para los próximos días, la situación en los mercados de divisas puede distenderse ligeramente, si no se producen nuevos atentados terroristas en Irak, Turquía u otros países de Oriente Medio, anticiparon fuentes del sector. La sensibilidad que muestran los mercados financieros respecto a estos acontecimientos quedó bien patente este lunes en Japón, donde las amenazas, supuestas o reales, de un ataque a ese país asiático por la organización terrorista Al Qaida contribuyeron a que el índice bursátil Nikkei descendiera un 3,7 por ciento.
El debilitamiento registrado por el yen fue atribuido también al desplome del este barómetro y a las amenazas de Al Qaida de cometer atentados en EEUU y sus países aliados, incluido Japón. En Europa, el euro se siente arropado por un crecimiento económico modesto en la eurozona, en torno al 0,5 por ciento para el conjunto de 2003, que se consolidará el año siguiente, hasta el 1,7 por ciento, según previsiones del Banco Central Europeo (BCE). Pero son los indicadores de confianza en Europa los que últimamente parecen haber dado alas al euro, más que el crecimiento real, que sigue siendo más reducido que en Japón y EEUU.