L D (EFE) La posibilidad de aumentar la previsión de crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) para este año ha sido apuntada recientemente por el vicepresidente segundo, Pedro Solbes, quien además de mostrarse seguro de que la economía alcanzará el aumento del 3,3 por ciento, advirtió de que, de haber algún "riesgo" sobre esta cifra, éste siempre sería "al alza". Además, el director de la Oficina Económica del Presidente del Gobierno, Miguel Sebastián, señaló en Santander, el pasado día 13, que el Ejecutivo hará dicha revisión.
La última reunión del Consejo de Ministros antes de las vacaciones verá, junto con el cuadro, cuáles son las prioridades del Gobierno en los Presupuestos Generales del Estado para 2007, que se elaborarán con un techo de gasto no financiero de 142.925 millones de euros y una previsión de ingresos de 146.208 millones.
En este caso, no se esperan cambios con respecto a las prioridades de las cuentas de este año, y como adelantó Solbes al presentar el techo de gasto para 2007, los presupuestos del próximo ejercicio volverán a centrarse en el gasto social y en medidas para mantener el dinamismo económico y continuar la "batalla" por mejorar la productividad.
Ya se han adelantado algunas cifras para cumplir estos objetivos, como los 13.000 millones de euros que se destinarán a infraestructuras, o el 25 por ciento en que volverán a aumentar las partidas destinadas a I+D+i, y Solbes también ha insistido en el compromiso para 2007 con la educación, tanto mediante el aumento de becas, como con el desarrollo de la LOE.
El cuadro macroeconómico detallará la composición del crecimiento de una economía que, como muestran los datos de Contabilidad Nacional, sigue impulsada por el dinamismo de la demanda interna -que creció el 5 por ciento en el primer trimestre-, empujada a su vez por el consumo de los hogares, y por la construcción, que sigue siendo el sector motor.
Consciente de que es necesario un cambio en el patrón de crecimiento, en el que la demanda interna tenga un menor peso y el sector exterior -afectado por el fuerte déficit- no reste tanto al crecimiento como el año pasado, en que lo hizo en 1,9 puntos porcentuales, el Gobierno insiste en que se atisba una esperanza, a la vista de mejoras como las de las exportaciones.
Sin embargo, los dos principales desequilibrios de la economía española, la inflación y el déficit exterior, no parecen desacelerarse en la medida en que deberían hacerlo. Pedro Solbes reconoce siempre que se le pregunta que el Ejecutivo no puede estar satisfecho con los datos de la inflación (la tasa interanual del IPC de junio se situó en el 3,9 por ciento), y tanto él como su equipo esperan que la cifra se aleje del entorno del 4 antes de que acabe el año, aunque evitan dar una cifra concreta.
En cuanto al déficit exterior, la última balanza de pagos situó el saldo negativo por cuenta corriente entre enero y abril en 32.095 millones de euros, y el comercial en 24.988,2 millones. A la espera de conocer el cuadro macroeconómico y los objetivos presupuestarios, para los que se tendrán sin duda en cuenta estas cifras, el PP ya ha instado al Gobierno a que los próximos presupuestos se elaboren de forma "responsable", ante el "deterioro sistemático" de los precios y el sector exterior.
La última reunión del Consejo de Ministros antes de las vacaciones verá, junto con el cuadro, cuáles son las prioridades del Gobierno en los Presupuestos Generales del Estado para 2007, que se elaborarán con un techo de gasto no financiero de 142.925 millones de euros y una previsión de ingresos de 146.208 millones.
En este caso, no se esperan cambios con respecto a las prioridades de las cuentas de este año, y como adelantó Solbes al presentar el techo de gasto para 2007, los presupuestos del próximo ejercicio volverán a centrarse en el gasto social y en medidas para mantener el dinamismo económico y continuar la "batalla" por mejorar la productividad.
Ya se han adelantado algunas cifras para cumplir estos objetivos, como los 13.000 millones de euros que se destinarán a infraestructuras, o el 25 por ciento en que volverán a aumentar las partidas destinadas a I+D+i, y Solbes también ha insistido en el compromiso para 2007 con la educación, tanto mediante el aumento de becas, como con el desarrollo de la LOE.
El cuadro macroeconómico detallará la composición del crecimiento de una economía que, como muestran los datos de Contabilidad Nacional, sigue impulsada por el dinamismo de la demanda interna -que creció el 5 por ciento en el primer trimestre-, empujada a su vez por el consumo de los hogares, y por la construcción, que sigue siendo el sector motor.
Consciente de que es necesario un cambio en el patrón de crecimiento, en el que la demanda interna tenga un menor peso y el sector exterior -afectado por el fuerte déficit- no reste tanto al crecimiento como el año pasado, en que lo hizo en 1,9 puntos porcentuales, el Gobierno insiste en que se atisba una esperanza, a la vista de mejoras como las de las exportaciones.
Sin embargo, los dos principales desequilibrios de la economía española, la inflación y el déficit exterior, no parecen desacelerarse en la medida en que deberían hacerlo. Pedro Solbes reconoce siempre que se le pregunta que el Ejecutivo no puede estar satisfecho con los datos de la inflación (la tasa interanual del IPC de junio se situó en el 3,9 por ciento), y tanto él como su equipo esperan que la cifra se aleje del entorno del 4 antes de que acabe el año, aunque evitan dar una cifra concreta.
En cuanto al déficit exterior, la última balanza de pagos situó el saldo negativo por cuenta corriente entre enero y abril en 32.095 millones de euros, y el comercial en 24.988,2 millones. A la espera de conocer el cuadro macroeconómico y los objetivos presupuestarios, para los que se tendrán sin duda en cuenta estas cifras, el PP ya ha instado al Gobierno a que los próximos presupuestos se elaboren de forma "responsable", ante el "deterioro sistemático" de los precios y el sector exterior.