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Jueves negro para la Bolsa, que se desploma un 6%

El Ibex vivió su primera jornada de pánico desde que comenzó el año y se desplomó un 5,94%, el mayor descenso desde el 22 de noviembre de 2008, cuando cayó un 6,3%. El selectivo ha cerrado en 10.241,7 puntos. Los inversores castigan a España: no quieren su deuda.

El Ibex vivió su primera jornada de pánico desde que comenzó el año y se desplomó un 5,94%, el mayor descenso desde el 22 de noviembre de 2008, cuando cayó un 6,3%. El selectivo ha cerrado en 10.241,7 puntos. Los inversores castigan a España: no quieren su deuda.
El miedo a los riesgos a los que está expuesta la economía española y la incertidumbre sobre el sistema financiero tumbó la escasa confianza de los inversores, que optaron por recoger beneficios.

El selectivo abrió en negativo y a los pocos minutos inició su desplome sin que nada pudiera evitar su caída libre hasta registrar la peor jornada desde más de un año.

Cada vez son más los accionistas, sobre todo extranjeros, que deshacen posiciones en la Bolsa española dejando a la deriva al Ibex 35 que no se desplomaba tanto desde noviembre del 2008. La aversión al riesgo se ha palpado en el parqué. Por supuesto, los bancos y el sector constructor, principales pilares de la economía empresarial del país, han sido los más fustigados por los inversores.

Las palabras del presidente del Banco Central Europeo (BCE) , Jean Claude Trichet, en las que expresó su confianza en que el Gobierno griego tome las medidas apropiadas para controlar el déficit, ni las del presidente de Banco Santander, Emilio Botín , que rechazó la idea de comparar a Grecia con España, pudieron tranquilizar a los inversores.

Por el contrario, las advertencias del BCE sobre los grandes y crecientes desequilibrios fiscales a los que se enfrentan muchos países de la eurozona, con altos niveles de déficit público y de endeudamiento, calaron más en el mercado. A juicio de instituto emisor, estos problemas pueden suponer obstáculos adicionales para la política monetaria y afectan negativamente a dicho pacto de estabilidad.

Los sectores más castigados fueron el de construcción, con Ferrovial al frente de las caídas (-11,34%), seguido de OHL (-9,46%), y el financiero, con Banco Santander liderando los recortes (-9,40%), por delante de BBVA (-7,54%), Banesto (-6,27%), Banco Popular (-6,23%), Banco Sabadell (-6,09%) y Bankinter (-4,54%). Telefónica, por su parte, perdió un 3,44%.

Los inversores no se fían de España


Tras la intervención oficial de Grecia, los inversores comenzaron el miércoles a castigar con fuerza los bonos de Portugal y España. La prima de riesgo (CDS) de la deuda soberana portuguesa cerró rozando los 200 puntos, tras subir un 28%, mientras que la española superó los 150 (un 18% más en una sesión), según los datos de CMA Vision.

Esto significa que los inversores deben abonar 150.000 dólares al año para garantizar una inversión en deuda pública española de 10 millones de dólares a cinco años. Italia subió casi un 10%, hasta los 130. Es decir, crece la desconfianza entre los inversores sobre la solvencia de ambos países. Este jueves, se han vuelto a disparar las primas de riesgo.

El comisario económico de la UE, Joaquín Almunia, lo dejó muy claro el miércoles: Grecia, España y Portugal tienen "problemas comunes". Un mensaje significativo si se tiene en cuenta que Grecia está al borde la quiebra y su economía acaba de ser intervenida de forma oficial por Bruselas.

De este modo, los inversores muestran su creciente desconfianza hacia la solvencia soberana de los denominados PIGS (Portugal, Italia, Grecia y España). Y ello, después del duro castigo que ha sufrido la deuda pública griega en las últimas semanas. Grecia es el primer país de la zona euro al borde de la quiebra. Sus CDS superan ya los 400 puntos básicos, mientras que en el caso de Dubai -rescatado de la quiebra por Emiratos Árabes Unidos- cotizan por encima de los 500 puntos.

Que aumente la prima de riesgo también conlleva un efecto directo sobre la rentabilidad de la deuda. A mayor riesgo, mayor rentabilidad deberá ofrecer el Tesoro español para tratar de colocar sus bonos en el mercado. Es decir, los contribueyentes pagarán un mayor interés (mayor coste financiero) por la deuda pública que emita el Gobierno.

Emitir deuda es cada vez más caro

El gestor de renta fija de Renta 4 Ignacio Victoriano consideró "muy previsible" que la deuda española se encarezca a corto plazo, puesto que el saldo negativo de las cuentas en España "se está disparando", informa Europa Press.

Las previsiones de Renta 4 apuntan a que la Bolsa española continuará registrando una gran "volatilidad", situada entre un rango de los 10.000 y los 14.300 puntos, "al hilo de los ruidos" que lleguen sobre la situación económica del país, tal y como ha sucedido también con Grecia, Dubai y Portugal.

Por su parte, la analista de Selfbank Covadonga Fernández explicó que la caída registrada este jueves por la banca estuvo marcada por la incertidumbre general que sufre el sector financiero mundial, al no existir una "clara visibilidad" sobre las reformas que se van a llevar a cabo tanto en Estados Unidos como en la Unión Europea. Fernández recalcó que existen "bastantes temores" entre los analistas de que las cotizaciones sigan siendo "volátiles" en los próximos meses.

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