LD (Europa Press) Así lo ha explicado en un encuentro con la prensa el secretario general de Empleo, Valeriano Gómez, y el profesor Luis Toharia, coordinador de un estudio encargado por el Ministerio de Trabajo para conocer el impacto estadístico asociado a la entrada en vigor del SISPE, el próximo 4 de mayo.
Ese medio millón de parados que aflorará con el nuevo sistema es fruto de la "mayor calidad" que, según Gómez, traerá el SISPE a la hora de cuantificar el paro registrado, pues, entre cosas, permitirá actualizar de manera inmediata los cambios en la situación de los demandantes de empleo, incluir nuevos colectivos como los extranjeros, y cruzar de forma constante y permanente los datos del INEM con los de afiliación a la Seguridad Social.
Teniendo en cuenta todas estas cuestiones, el profesor Toharia ha procedido a revisar los datos de paro del Inem que se publicaron en el mes de enero de este año. El resultado es la inclusión en el registro de 479.050 desempleados más, pasándose de un total de 1.723.449 parados a 2.202.499, el equivalente a un 27,8 por ciento más.
De esta cantidad, 50.498 de los nuevos parados son consecuencia de la actualización de claves. Sería el caso, por ejemplo, de una persona que hubiera recibido en su día la clave de estudiante y que, posteriormente, hubiera terminado sus estudios sin que se actualizara dicha información en el Inem. Como estudiante, esa persona quedaba excluida del registro de desempleados, mientras que con el SISPE no sería así, debido a que los datos se revisarán frecuentemente.
A estos 50.000 nuevos parados se sumarían los 113.575 desempleados que aflorarían si se incluyeran en el registro a los demandantes de empleo de nacionalidad extranjera. Según reseñó Toharia, "por una inercia estadística" siempre se ha excluido a los extranjeros del paro registrado. Ahora, con el SISPE, se les tendrá en cuenta, lo que provocará un incremento en el volumen de desempleados.
Pero el mayor impacto en las cifras de parados es fruto de los cruces de datos con la Seguridad Social. Con la revisión de los registros de enero en la mano, hasta 314.977 personas que antes no se clasificaban como parados pasarían a engrosar las listas de desempleados de los servicios públicos de empleo. Ello es consecuencia de que, con el anterior sistema, quedaban excluidos del registro de parados por considerarse que estaban dados de alta en la Seguridad Social. Al comprobar este hecho, aparecen más de 300.000 personas que no están en situación de alta.