L D (EFE) El Servicio de Estudios del BBVA explica en su último informe que sólo se crearían tensiones fuertes en el sistema financiero español si, a raíz de una profunda crisis del sector inmobiliario, el precio de las viviendas compradas antes de 1999 cayera cerca del 40 por ciento y el de las adquiridas a partir del 2000 el 30 por ciento.
Este informe elaborado por Carmen Hernansanz indica que el impacto sobre la cobertura de las garantías hipotecarías afectaría si caen los precios y teniendo en cuenta supuestos de ratios, principalmente el del préstamo/ valor o LTV (la deuda sobre el valor de la vivienda). Al respecto indica que este LTV es afectado, ya que se suele prestar el 80 por ciento en la adquisición de primera vivienda aunque también se mueven porcentajes de entre el 60 y el 65 por ciento del valor de la vivienda a adquirir.
Sobre el ratio de morosidad del crédito hipotecario indica que en septiembre del año pasado se situaba en el 0,6 por ciento de la inversión crediticia y en el caso de la vivienda terminada este se mantenía en el 0,4 por ciento “dato que en el 2003 se mantendrá por la actividad económica y unos tipos de interés en niveles muy reducidos”.
España registra una expansión crediticia desde 1996 y el pasado año , esta creció un 20 por ciento (con 354.150 millones de euros) y duplicó a los concedidos en los últimos cuatro años, en un entorno de descenso de tipos es un claro reflejo del denominado actual “boom inmobiliario” tanto por la oferta como por la demanda.
Los riesgos proceden por el endeudamiento familiar, ya que la accesibilidad para adquirir una vivienda “continuará deteriorándose durante el 2003” y a finales del año, el 50 por ciento del salario bruto mensual se destinará para esta compra frente al 48 por ciento actual.
Los precios de las viviendas tenderán a estabilizarse durante este año, debido a la escasez de demanda, pero, aún así, crecerán una media del 10 por ciento, según mantiene el Servicio de Estudios del BBVA. De acuerdo con los datos de este informe, durante el año pasado el incremento medio de los precios de las viviendas fue del 16,6 por ciento, una subida que a finales de este mismo año se podría haber suavizado hasta registrar aumentos del 5 por ciento.
El BBVA considera que, de hecho, durante el último trimestre del año pasado, ya se detectó un punto de inflexión en los precios que podría indicar que en algunas comunidades autónomas el coste de las viviendas había llegado a su techo. Esta moderación general se percibirá también en el sector de la construcción, que, según los datos del informe, crecerá este año el 3,6 por ciento, frente al incremento del 4,5 por ciento detectado durante el 2002, lo que “mantendrá el perfil descendente iniciado el último trimestre del año pasado”.
Este informe elaborado por Carmen Hernansanz indica que el impacto sobre la cobertura de las garantías hipotecarías afectaría si caen los precios y teniendo en cuenta supuestos de ratios, principalmente el del préstamo/ valor o LTV (la deuda sobre el valor de la vivienda). Al respecto indica que este LTV es afectado, ya que se suele prestar el 80 por ciento en la adquisición de primera vivienda aunque también se mueven porcentajes de entre el 60 y el 65 por ciento del valor de la vivienda a adquirir.
Sobre el ratio de morosidad del crédito hipotecario indica que en septiembre del año pasado se situaba en el 0,6 por ciento de la inversión crediticia y en el caso de la vivienda terminada este se mantenía en el 0,4 por ciento “dato que en el 2003 se mantendrá por la actividad económica y unos tipos de interés en niveles muy reducidos”.
España registra una expansión crediticia desde 1996 y el pasado año , esta creció un 20 por ciento (con 354.150 millones de euros) y duplicó a los concedidos en los últimos cuatro años, en un entorno de descenso de tipos es un claro reflejo del denominado actual “boom inmobiliario” tanto por la oferta como por la demanda.
Los riesgos proceden por el endeudamiento familiar, ya que la accesibilidad para adquirir una vivienda “continuará deteriorándose durante el 2003” y a finales del año, el 50 por ciento del salario bruto mensual se destinará para esta compra frente al 48 por ciento actual.
Los precios de las viviendas tenderán a estabilizarse durante este año, debido a la escasez de demanda, pero, aún así, crecerán una media del 10 por ciento, según mantiene el Servicio de Estudios del BBVA. De acuerdo con los datos de este informe, durante el año pasado el incremento medio de los precios de las viviendas fue del 16,6 por ciento, una subida que a finales de este mismo año se podría haber suavizado hasta registrar aumentos del 5 por ciento.
El BBVA considera que, de hecho, durante el último trimestre del año pasado, ya se detectó un punto de inflexión en los precios que podría indicar que en algunas comunidades autónomas el coste de las viviendas había llegado a su techo. Esta moderación general se percibirá también en el sector de la construcción, que, según los datos del informe, crecerá este año el 3,6 por ciento, frente al incremento del 4,5 por ciento detectado durante el 2002, lo que “mantendrá el perfil descendente iniciado el último trimestre del año pasado”.