LD (Europa Press) El informe señala que, en consonancia con la evolución de los mercados internacionales, los precios del arroz se han disparado también casi un 30 por ciento entre septiembre de 2007 y marzo de 2008, debido a una reducción de la producción mundial y a la consecuente caída en las existencias en el mercado nacional.
Pese a que las cotizaciones de los cereales bajaron hace unos meses mientras se agotaban los excedentes de la pasada campaña, al iniciarse la actual cosecha "sigue habiendo una demanda importante y los precios están en unos niveles superiores a los del año pasado por estas fechas", explicó a Europa Press el secretario general de UPA, Lorenzo Ramos.
Ramos, que estimó que el volumen de cereal que se destina a la producción de biocarburantes en la Unión Europea es "simbólico", atribuyó el crecimiento de la demanda y de los precios a los fondos de inversión que están apostando por el mercado de las materias primas, lo que en su opinión ha provocado una "psicosis a nivel mundial".
"Es cierto que hay una mayor demanda de países emergentes, pero hay mayor producción que consumo", explicó el dirigente agrario, quien recordó que los ganaderos son grandes consumidores de cereales y sufren este alza de los precios, por lo que están "bastante preocupados" acerca de la evolución que pueden tener esta campaña.
Sube un 30 por ciento la producción
Ramos garantizó que a final de año habrá una buena cosecha, favorecida por las precipitaciones de mayo. Al cierre de 2007, la producción total de cereales ascendió a 19,64 millones de toneladas, un 30 por ciento más en relación con la cosecha de 2006, año en el que ya se había producido un aumento espectacular respecto al anterior.
Según recoge el anuario de UPA, la evolución de la producción agraria ha permitido quebrar la tendencia a la baja de la última década con un aumento significativo en valor (7,7 por ciento), si bien se debe principalmente a las producciones vegetales (12 por ciento), frente al estancamiento de la producción animal (1,6 por ciento). El informe señala que los cereales fueron los protagonistas de este salto productivo.
En cuanto a las explotaciones familiares, la mayoría de los productos de carne y ganado cayeron en valor, especialmente el bovino (-11,5 por ciento) y el porcino (-8,3 por ciento), con la excepción de las aves, con un repunte del 17,3 por ciento. Productos animales como la leche y los huevos, con subidas de precios del 11,2 por ciento y del 24,1 por ciento respectivamente, equilibraron los malos resultados ganaderos.
Gracias al sector agrícola, la renta agraria se recuperó en términos reales un 6,5 por ciento en euros constantes, algo que no ocurría desde 1997. Según un informe realizado por el profesor Jesús Regidor, de la Universidad Autónoma de Madrid, la causa de la mejora está vinculada tanto a factores de mercado (producciones y precios) como al incremento del 6,2 por ciento de las ayudas percibidas por el sector.
UPA aprovechó la presentación de su anuario para volver a denunciar la situación crítica que atraviesan las explotaciones ganaderas, especialmente de carácter familiar, por el alza de los costes de producción y el bajo precio al que venden sus productos, y demandó al Gobierno que adopte medidas que garanticen su viabilidad.
En relación con la Política Agraria Común (PAC), la vicesecretaria general de la organización, Montse Cortiñas, confió en que "el análisis de las crisis energética, financiera y alimentaria mundiales hagan reflexionar a la Comisión Europea" para poder disponer de una política agraria "fuerte y que salvaguarde los intereses de consumidores y agricultores".