LD (EFE) "El Deutsche Bank no precisa capital del Estado", agrega Ackermann en una entrevista que ha salido este lunes a los quioscos. "Somos uno de los bancos más fuertes del mundo", subraya el banquero, quien el viernes suscitó la indignación generalizada al proponer que renunciaría a los bonos -primas por objetivos- que le corresponderían para así contribuir a paliar la crisis financiera.
En el dominical Ackermann explica que "pese a la crisis, hemos ganado 3.000 millones de euros y nos podemos permitir adquisiciones como la del Postbank".
Como es habitual en el banquero, considerado en Alemania la encarnación del capitalismo, sale a la ofensiva y asegura que no se plantea siquiera recurrir a las garantías estatales, ya que el Deutsche Bank "en ningún momento" se ha visto en peligro. "Me avergonzaría aceptar dinero del Estado en esta crisis", resume un categórico Ackermann.
Commerzbank sí estudiará las ayudas
En el dominical Ackermann explica que "pese a la crisis, hemos ganado 3.000 millones de euros y nos podemos permitir adquisiciones como la del Postbank".
Como es habitual en el banquero, considerado en Alemania la encarnación del capitalismo, sale a la ofensiva y asegura que no se plantea siquiera recurrir a las garantías estatales, ya que el Deutsche Bank "en ningún momento" se ha visto en peligro. "Me avergonzaría aceptar dinero del Estado en esta crisis", resume un categórico Ackermann.
Commerzbank sí estudiará las ayudas
No así el segundo banco del mercado, el Commerzbank, que sí estudiará las ayudas por valor de 500.000 millones de euros que aprobó el Parlamento alemán este viernes. "Estudiaremos con detenimiento si nos conviene", explica en la edición de este sábado del Bild el presidente del Commerzbank, Martin Blessing , quien sí admite la responsabilidad de las entidades bancarias en la crisis financiera global.
Lo cierto es que parece que ningún banco quiere ser el primero en recurrir a las ayudas , y por eso, según el semanario Focus, se plantean hacer uso de los fondos de garantía conjuntamente.
Ackermann, por su parte, sigue teniendo que encajar las críticas por su defensa a ultranza de "la competencia por rendimientos más altos", que en su opinión es "lo que ha llevado tan lejos a la humanidad", apunta en el dominical del mismo diario.