LD (Europa Press) El sistema de pensiones actual tiene varios riesgos, entre los que se encuentran la actual composición de la población inmigrante ya que, aunque ocupa en un 75 por ciento las edades laborales de la pirámide de población, su presencia desciende en el tramo inferior a los 20 años, un "gap que es necesario para afrontar la siguiente etapa", cuando los inmigrantes comiencen a crecer como demandantes de prestaciones sociales. Así se ha expresado el socio director de Peoplematters, Alfonso Jiménez.
Con todo, la franja de edad de entre 0 y 19 años ha pasado de suponer el 9,29 por ciento de la población inmigrante en 1998 al 19 por ciento en 2006, con lo que este colectivo está experimentando un "rejuvenecimiento progresivo".
Captar talentos
Por otro lado, el estudio señala que España debe planificar los flujos migratorios, tanto desde el sector público como desde las empresas, y apostar por la captación de 'talentos' en los mercados internacionales ante la creciente demanda de empleados cualificados por parte de las empresas y la insuficiente oferta nacional. En este sentido, Jiménez ha alertado de la necesidad de poner en práctica estas acciones cuanto antes dada la "falta de experiencia" de España al respecto. Concretamente, subraya el desconocimiento existente a la hora de captar talentos extranjeros ya que "España no ha buscado la inmigración, sino que le ha venido", a diferencia de otros países como EE.UU., Israel o Canadá, que desde hace años compiten en los "mercados internacionales de talento".
Por su parte, San Nicolás señala que, para ello, será preciso introducir modificaciones en una regulación "pensada para atraer a trabajadores de forma masiva". "Habrá que ir a la búsqueda de personas concretas, y adaptar la regulación para facilitar el proceso", añade. Por otro lado, San Nicolás considera que esta captación de talentos "ayudará a la competitividad", por cuanto la demanda de estos perfiles es cubierta actualmente por el propio mercado interno "a golpe de talonario", lo que incrementa los costes salariales de las empresas.
De hecho, asegura que en el sector de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) comienzan a darse tasas de rotación del 30 por ciento ante las dificultades para retener a los trabajadores mejor cualificados.
Uno de cada cuatro trabajadores en 2015, extranjero
Por otro lado, esta necesidad de mano de obra cualificada se enmarca dentro de una demanda creciente de trabajadores que llevará a que en el año 2015 España alcance el pleno empleo, e incluso a que experimente "un déficit de oferta de trabajadores", según el estudio. Así, ante un descenso de la natalidad y el envejecimiento de la población nativa, la "inmigración será determinante", según San Nicolás. No obstante, el estudio calcula que de cada cuatro trabajadores uno será inmigrante en 2015.
Más Iberoamérica
La inmigración del futuro tendrá acento latino ya que, según Jiménez, la inmigración africana se frenará ya que la demanda de empleos menos cualificadas ya está "relativamente cubierta". A esta circunstancia se sumará un posible retorno de inmigrantes rumanos o búlgaros a sus países de origen, tras la reciente incorporación de éstos a la UE. Por otro lado, si bien la población inmigrante fue la que ocupó en un primer momento los sectores primarios, ahora supone el 50 por ciento de los nuevos empleos del sector servicios, donde ocupan puestos de 'frontoffice' –cara al público–, de modo que el conocimiento del castellano supondrá un factor a favor de los inmigrantes latinoamericanos.