Con la que está cayendo y salen ahora CCOO y UGT a la palestra para anunciar que convocarán una huelga general para el próximo otoño. Al final se ha demostrado que a los sindicatos más subvencionados de España les dan igual los casi cinco millones de parados y la desastrosa política económica que ha llevado el Gobierno, ya que sólo plantean un paro en todo el país cuando se les toca su bolsillo y se plantea una leve reducción de sus poderes.
De todas formas no hagan mucho caso, esta huelga general es un acto más de la obra de teatro que representan Zapatero con Méndez y Toxo, es decir, el guardabosques con Yogui y Bubu. ¿Dónde se ha visto que unos sindicatos digan que van a convocar una huelga general y, al mismo tiempo, la aplacen tres meses? ¿En qué país los dirigentes de las centrales se van primero de vacaciones, se suben el sueldo y luego inician una "senda ascendente" de contactos para ir al paro?
Señores, pónganse a trabajar para que los parados logren un empleo y déjense de gaitas, que no está el país para bromas.
Hasta tres prebostes socialistas como los ex ministros de Economía Miguel Boyer, Carlos Solchaga y Pedro Solbes critican con dureza a los sindicatos por su falta de responsabilidad. Lo cuenta en su portada el diario económico de Prisa, Cinco Días, con fotografía incluida: "los sindicatos complican la recuperación y las reformas con una huelga general".
Los tres estuvieron en unos cursos de verano en Santander y coincidieron en el mismo mensaje: "no es el momento". La verdad es que Boyer y Solchaga podrían tener hasta un pase, como los malos toros con un buen diestro que los lidie, pero lo de Solbes es de traca: hunde dos veces al país y luego encima se le paga para que nos de consejos.
Mejor váyase a su casa y déjenos tranquilos, sobre todo cuando el agujero de las cuentas públicas empezó a cavarse durante su gestión al frente de la cartera de Economía con Zapatero, un socavón que ahora dificulta la financiación del Estado.
Cinco Días también se mete en harina y explica sin paños calientes lo problemas de las cuentas públicas: "la presión sobre la deuda española se agrava y el bono a 10 años se acerca al 5%" justo cuando el Tesoro necesita más de 8.000 millones de euros para pagar a los inversores el próximo viernes.
Hoy se emitirán letras a 12 y 18 meses para obtener 6.000 millones de euros, y seguramente se colocarán con la ayuda del Banco Central Europeo (BCE) pero a un precio desorbitado. A pesar de que la máquina de imprimir billetes ayuda a España (violando la Ley, porque monetizar la deuda es algo que va contra los principios del BCE) colocar la deuda es cada día más complicado.
Por eso la canciller Alemana, Angela Merkel, intenta dar tranquilidad a la UE al señalar que los 750.000 millones de euros del plan de rescate están ahí por si España los necesita. La prensa germana nos da por quebrados, un enfoque al que se suma el británico Daily Mail. El salmón de Prisa destaca en su primera página que "Bruselas cree retorcidas" las dudas de la prensa alemana sobre España. Como dijo Zapatero hace unas semanas: señores "no doy crédito".
Y al necesitar las emisiones de deuda para pagar a los inversores (antaño malditos especuladores comeniños, según el Gobierno) no hay dinero para salvar a las cajas de ahorros. Lo explica Expansión bajo un titular preocupante: "el Gobierno pide ayuda a la banca para salvar a las cajas". Ustedes se preguntarán, con razón, de dónde van a sacar los bancos los fondos para ayudar a las cajas si ninguna entidad extranjera presta a las entidades españolas. Si lo descubren avísenme, por favor.
Por su parte, el Economista destaca que "el comprador de Marsans quiere echar al 60% de los empleados". Normal, cuando una empresa experta en quiebras compra una empresa quebrada (permítanme la redundancia) pues recorta empleados, reduce costes y, o bien reflota la compañía o la vende saneada. ¿Qué esperaban? ¿No habrán creído a Díaz Ferrán, el empresario fracasado que está al frente de CEOE, verdad?
En cuanto a la reforma laboral, el diario dice que "habrá una reforma suave y se cambiará luego en el Congreso", añade que "la huelga se retrasa al final de septiembre". Además, la visita de Zapatero al Vaticano sirve al humorista Napi para ilustrar en su Cajón desastre que el presidente del Gobierno "ha visto la luz". Nunca el inquilino de La Moncloa se sintió tan iluminado como ahora, a pesar de que al diario El Mundo le preocupen sus ojeras.