L D (EFE) El presidente del BBVA, Francisco González, hizo hincapié este viernes en que Compass es un banco "joven" y "relativamente grande" con gran presencia en Tejas, estado que tiene el mismo Producto Interior Bruto (PIB) que España y la mitad de población, circunstancias que dan grandes posibilidades de crecimiento a esta entidad. Con esta operación, según su presidente, el BBVA quiere aprovechar el momento histórico de crecimiento económico mundial y avanzar en su estrategia de estar en mercados potentes y con grandes expectativas de crecimiento, como España, Estados Unidos, México, el resto de Latinoamérica y China.
A preguntas de los periodistas, no descartó nuevas compras, aunque dejó claro que no tiene nada en las manos en este momento, y prueba de ello es que ha dado orden de comprar acciones para sí mismo, después de no poder hacerlo durante meses por las operaciones que había entre manos. "Europa tocará, no les quepa duda de que tocará; cuando toque, claro", apuntó y añadió que, "si en Latinoamérica podemos comprar algo bueno, lo compraremos, aunque no parece que haya muchas posibilidades a corto plazo" y en "el sudeste asiático estaremos con todo lo que podamos".
González, que comparó la compra de Compass con la de la entidad mexicana Bancomer en el 2000, agradeció el apoyo prestado a esta operación por el Consejo de Administración del BBVA, al que ha convocado a las 7:00 horas de hoy para que diera su aprobación a la operación inmediatamente antes de que lo hiciera el máximo órgano de gobierno de Compass Bancshares. El ejecutivo se mostró muy satisfecho con la compra, porque se ha hecho en el tiempo récord de un mes y porque -aseguró- era la entidad que pretendía desde hace años. "Era nuestro amor platónico, la chica más guapa del barrio, pero nosotros éramos bajitos y feos", aunque "a base de mucho masaje nos hemos hecho más guapos y hemos podido conquistar a una chica que nunca hubiéramos imaginado".
En su intervención, el ejecutivo también se refirió a la venta de la participación en Iberdrola: "Dejamos de ser accionistas de una compañía con la que hemos tenido durante muchísimos años unos lazos maravillosos, pero éste es el juego del siglo XXI", dijo González, quien apostilló que "tenemos que situar nuestro capital en el negocio financiero". Explicó que eligió tiempo atrás vender Iberdrola en lugar de Telefónica, porque la eléctrica cuadraba menos desde el punto de vista estratégico que la operadora, la más importante de todas sus participaciones.
A preguntas de los periodistas, no descartó nuevas compras, aunque dejó claro que no tiene nada en las manos en este momento, y prueba de ello es que ha dado orden de comprar acciones para sí mismo, después de no poder hacerlo durante meses por las operaciones que había entre manos. "Europa tocará, no les quepa duda de que tocará; cuando toque, claro", apuntó y añadió que, "si en Latinoamérica podemos comprar algo bueno, lo compraremos, aunque no parece que haya muchas posibilidades a corto plazo" y en "el sudeste asiático estaremos con todo lo que podamos".
González, que comparó la compra de Compass con la de la entidad mexicana Bancomer en el 2000, agradeció el apoyo prestado a esta operación por el Consejo de Administración del BBVA, al que ha convocado a las 7:00 horas de hoy para que diera su aprobación a la operación inmediatamente antes de que lo hiciera el máximo órgano de gobierno de Compass Bancshares. El ejecutivo se mostró muy satisfecho con la compra, porque se ha hecho en el tiempo récord de un mes y porque -aseguró- era la entidad que pretendía desde hace años. "Era nuestro amor platónico, la chica más guapa del barrio, pero nosotros éramos bajitos y feos", aunque "a base de mucho masaje nos hemos hecho más guapos y hemos podido conquistar a una chica que nunca hubiéramos imaginado".
En su intervención, el ejecutivo también se refirió a la venta de la participación en Iberdrola: "Dejamos de ser accionistas de una compañía con la que hemos tenido durante muchísimos años unos lazos maravillosos, pero éste es el juego del siglo XXI", dijo González, quien apostilló que "tenemos que situar nuestro capital en el negocio financiero". Explicó que eligió tiempo atrás vender Iberdrola en lugar de Telefónica, porque la eléctrica cuadraba menos desde el punto de vista estratégico que la operadora, la más importante de todas sus participaciones.