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Freixenet se enfrenta al boicot impulsando sus ventas en el exterior

Freixenet vendió en España un 4 por ciento menos de botellas en su último ejercicio, incluyendo cavas y vino, el primero que se cierra afectado por el boicot al cava impulsado por diversos partidos y entidades españolas tras manifestarse el líder de ERC, Josep Lluís Carod-Rovira, contra Madrid 2012. El consejero-delegado ha advertido que “este año será peor” por lo que han decidido apostar por su principal mercado, el alemán.

LD (EFE) Así lo ha explicado la dirección de Freixenet, la primera empresa española del sector del cava, en una rueda de prensa convocada en Berlín para explicar los resultados del último ejercicio, el que cerró el pasado 30 abril y el primero afectado por el boicot, con ventas en España de un total de 53 millones, frente a los 56 millones que se registraron en el año contable anterior.

"Este año será peor", ha advertido el consejero-delegado, Pedro Ferrer, a causa de la continuación del boicot propiciado por grupos contrarios a la propuesta de nuevo Estatuto para Cataluña, y sobre cuyo resultado no ha querido hacer previsiones porque "falta el mes más importante del año para nuestras ventas".

El conflicto ha sido calificado por el presidente del grupo, Josep Lluís Bonet, como "una situación política que nos afecta por razones extrañas, lo que para nosotros resulta muy doloroso". Bonet ha explicado que se ha reforzado la política comercial del grupo –de hecho, se han vendido menos botellas pero, comercialmente, los ingresos han rondado los 144 millones de euros sólo para el mercado interior español.

"Tenemos que seguir adelante como lo que somos, una empresa catalana que vende vinos españoles por todo el mundo, prescindiendo del ruido y la furia", ha asegurado Bonet. A pesar de todo, el vicepresidente económico, Enrique Hevia, ha reconocido que Freixenet es “la empresa de cava menos afectada porque, al ser grandes exportadores, el mercado español apenas supone un 18 por ciento de todas nuestras ventas", por lo que el impacto económico ha sido mínimo para la empresa.

Otros factores, como el tipo de cambio de divisas, desfavorable con un euro fuerte para una empresa en clara posición exportadora, y un convenio por tres años que preveía subidas salariales, que no han podido repercutirse en el precio de las botellas, han sido determinante para que al final "haya sido un año bueno, pero malo en resultados", en palabras de Hevia. Todos los directivos de Freixenet han desvinculado la situación del boicot que está sufriendo el cava de la caída de beneficios, y han destacado, por ejemplo, que el dólar solo ha empezado a recuperarse frente al euro cuando el ejercicio cerrado en abril del 2005 ya había finalizado.

Así, Freixenet ha registrado un beneficio neto de 16,3 millones de euros al cierre del pasado 30 de abril, un 18,5 por ciento menos que en el año anterior, según los datos facilitados por Hevia. En ese mismo período, las ventas han subido un 1,29 por ciento, alcanzando la cifra de 518 millones de euros, de los que 361,4, un 70 por ciento, corresponden a Freixenet en España, tanto mercado interior como exportaciones, y el resto, a sus participadas en Francia, Estados Unidos, México y Australia, entre otros países.

En Alemania, el primer mercado de Freixenet, incluso por encima de España, el grupo catalán ha cerrado un acuerdo con la empresa Eckes, comercializadora de Granini y que hasta ahora distribuía sus productos en el mercado germano, para crear una empresa al 50 por ciento que facturará más de 300 millones de euros anuales y donde un 55 por ciento del negocio lo aportarán productos Freixenet.

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