(Libertad Digital) Justo cuando la dirección de Control Interno de la Comisión Nacional del Mercado de Valores ha decidido exculpar a su vicepresidente, Carlos Arenillas, al decir que no dio trato de favor a Vega Fund, los inspectores de hacienda acusan al Ejecutivo de atarse las manos para favorecer a las Sicav y los hedge fund. Vega Fund es el fondo que invitó a Arenillas a una suculenta cena de 1.400 euros antes de que la CNMV le concediera, en tiempo récord, una licencia de hedge fund.
En una carta dirigida al presidente del Gobierno y al ministro de Economía, la Organización de Inspectores de Hacienda del Estado, que representa al 90 por ciento de los profesionales, reprocha al Ejecutivo que esté otorgando trato de favor a determinados contribuyentes entre los que destacan a las sicav y los hedge fund, nuevos fondos recién permitidos por la legislación española.
En su escrito, este colectivo califica de "brutal ataque a la profesionalidad y a la independencia" el artículo del Reglamento de Aplicación de Tributos que obliga a acudir al dictamen de una comisión consultiva en casos que define como de "especial complejidad". En opinión de los inspectores, este artículo les atará las manos en casos delicados para los que ya existe una metodología de resolución y, a su juicio, no sería necesario adoptar otra. Se trata de una normativa que el ministerio de Economía tiene previsto llevar al Consejo de Ministro para su aprobación a mediados del próximo mes de julio.
En declaraciones al diario Expansión, el presidente de este colectivo, José María Peláez advierte que se trata de un sistema que trata de evitar que los inspectores molesten a lo que denomina "contribuyentes delicados".
La especial queja de este colectivo es que las citadas sociedades de inversión de capital variable y los nuevos fondos de alto riesgo, gozan del tipo de tributación recogido en el impuesto de sociedades para productos de inversión colectiva (el 1 por ciento). Ocurre que este colectivo considera que estos productos (hedge fund y sicav) realmente son productos a medida personales o familiares de grandes ahorradores.
Estas son las razones que esgrimen los inspectores de hacienda para mantenerse en pie de guerra y acusar al Ejecutivo de permitir tratos de favor a determinados contribuyentes y atarse de manos en la captura del fraude.