Ramón Jáuregui aseguró que es partidario de una "revisión de la política fiscal" que "recaude más" para "reducir la deuda pública tan brutal" que tiene España en estos momentos. En este sentido, apunta la posibilidad de un IVA más alto para los artículos de lujo, tabaco y alcohol, así como crear figuras impositivas nuevas como un impuesto para las emisiones de CO2.
También se manifiesta a favor de recuperar el impuesto de patrimonio para las grandes fortunas y de realizar una armonización fiscal en la Unión Europea precisamente para evitar la fuga de los grandes capitales por la diferencia de tributación. Además, estima que el salario de los funcionarios debe "adaptarse un poco al espíritu de sacrificio de todo el país.
No obstante, en esta coyuntura, Jáuregui echa de menos un "espíritu" y una "agenda reformista" en España y cree que es un problema de la sociedad en su conjunto aunque admite que "al Gobierno le toca liderar".
En este sentido, explica que España está en un "momento crucial" y "necesita hacer grandes reformas en muchas cosas". Entre ellas, cita "la calidad de su Universidad, su política de inmigracion, las bastes de su Estado del bienestar, la cultura de responsabilidad de las empresas o la I+D entre la empresa y la universidad". Se trata, asegura, de "grandes debates que afectan a su futuro, a su productividad".
Política fiscal en occidente
Sin embargo, lamenta que ese "espíritu creativo" y de "construcción de país" que se dio en los 80 y 90, ahora no se esté dando y, por el contrario, lo que sí se está produciendo, dijo, es un "enquistamiento en las viejas batallas políticas españolas". Hay, dijo, "demasiado encallamiento interno y demasiada batalla local". "España está demasiado egocéntrica en sus viejas cuestiones territoriales, violencia, querellas entre los partidos,...", argumentó.
En esta línea de propuestas reformistas, Ramón Jáuregui considera una "asignatura pendiente" llevar a cabo la "revisión de la política fiscal", pero no sólo en España, sino "en prácticamente todos los países del mundo occidental".
Cree que este debate fiscal debe realizarse por dos circunstancias. Por un lado, porque los Estados, con la crisis económica que se está viviendo "son más necesarios que nunca" y "tienen menos recursos que antes" y, en segundo lugar, porque durante el periodo de "esta crisis brutal" se han generado unos déficits públicos muy elevados y "nuestra deuda acumulada" se ha situado por encima del 60 por ciento.
Estas dos cuestiones hacen necesaria, en opinión del dirigente socialista, una revisión fiscal "efectiva", que "recaude más" y que "intente ser progresiva" para reducir la "deuda pública brutal" que, de otro modo, gravaría a las generaciones del futuro.
Admite que la "huida de las rentas más altas del IRPF es una evidencia" y por cree que la reforma fiscal debe hacerse "sin perjudicar a los sectores emergentes" y formando parte de la "estrategia por el cambio en el modelo productivo".
En este sentido, se muestra partidario de elevar el IVA en "determinados elementos de consumo", como artículos de lujo, alcohol, tabaco o creando figuras impositivas nuevas, como un impuesto sobre el carbono, las emisiones de CO2.
Sobre esta última cuestión, explica que los franceses "que son gente muy seria" lo están estudiando. Así, precisa que el presidente francés, Nicolas Sarkozy, ha encargado a una comisión presidida por Michel Rocard, que elaborase un informe sobre el cambio climático y la posibilidad de realizar una política fiscal 'ad hoc'. "(Esta comisión) Acaba de presentar un dossier al presidente francés proponiéndole la creación de una tasa nueva" que "grava la emisión de carbono" por parte de los ciudadanos, expuso. "Bueno, no es ninguna locura", exclamó.
También está a favor de que se suban los impuestos a las rentas más altas. "A mi no me parece mal que quienes ganamos más paguemos un poco más. Me parece razonable", admitió. Pero para ello, cree que "las técnicas fiscales tienen que evitar también que haya subterfugios, que haya huidas".
En este sentido, se mostró partidario de que realizar una reflexión sobre la posibilidad de "algún impuesto como tienen algunos otros países sobre las grandes fortunas".
Aunque admite que la "globalización impone cada vez una mayor armonización fiscal" en los países que tienen una moneda común como es el caso de Europa y "una lucha contra los paraísos fiscales" para evitar que las grandes fortunas "se puedan marchar" a otro país por la diferencia de tribuación.
Ramón Jáuregui también cree necesario que el salario de los funcionarios públicos se adapte "un poco al espíritu de sacrificio del conjunto del país". Recuerda que este año ha habido un aumento de más del tres por ciento en los salarios cuando ahora la inflación es negativa, por lo que hay un diferencial de 4 puntos de aumento de poder adquisitivo "que tendrá que compensarse en los próximos años".