(Libertad Digital) El sector financiero está capeando el temporal generado tras la crisis de las hipotecas de alto riesgo (subprime) mejor que sus competidores europeos.
Mientras que los grandes bancos que operan en la UE no logran evitar las pérdidas, las entidades españolas sólo reducen su beneficio, aunque el fantasma de la morosidad que genera el sector inmobiliario y el constructor –derivada de la depreciación de sus activos- sigue planeando sobre los balances de bancos y cajas de ahorros, tal como señala el economista y presidente de LD, Alberto Recarte, en su análisis sobre la crisis en España.
De momento, y ante el alto coste que supone obtener fondos en el mercado interbancario, las entidades españolas están recurriendo masivamente a las subastas de crédito del Banco Central Europeo (BCE).
Como la desconfianza impera en el sector financiero, los bancos tienen muchas reticencias para prestar dinero a sus competidores, y esta es la principal causa del incremento del Euribor que, por otra parte, es el tipo de referencia para el cálculo del coste hipotecario en España, donde más del 95 por ciento de los préstamos están contratados a interés variable.
En concreto, el Banco Central Europeo (BCE) financió en agosto a las entidades bancarias residentes en España, mediante subastas semanales de crédito, con 46.741 millones de euros, lo que supone un incremento del 147 por ciento respecto al mismo mes de 2007.
Sin embargo, esta cifra representa un descenso del 5,3 por ciento respecto al récord alcanzado en julio y el menor repunte de los últimos cinco meses, según los datos del Banco de España.
La banca española copa el 10% de las peticiones
Este fuerte incremento en un año de la financiación concedida a las entidades residentes en España contrasta, además, con el moderado aumento de la concedida al conjunto de entidades que integran el Eurosistema, que fue del 2,2 por ciento, hasta 462.440 millones de euros. Asimismo, las peticiones de financiación de la banca española al BCE suponen el 10,1 por ciento del total.
Precisamente respecto a la financiación que se otorgó a las entidades, el pasado 4 de septiembre el BCE anunció un endurecimiento del sistema de garantías que se exige a los bancos comerciales de la zona del euro para prestarles dinero.
No obstante, estos cambios en el marco de control de riesgo de las operaciones de crédito del Eurosistema no entrarán en vigor hasta el 1 de febrero de 2009, y la Asociación Española de Banca (AEB) aseguró que no afectaría a las entidades españolas porque tienen activos suficientes en cantidad y calidad para obtener la financiación que necesitan del organismo.
En cualquier caso, la crisis de liquidez ha hecho que las entidades financieras españolas hayan tenido que aumentar significativamente sus demandas de financiación al BCE ante las tensiones interbancarias, que han dificultado las emisiones de deuda a las que tanto ha recurrido la banca española.
El Banco de España defiende la solvencia de las entidades
A pesar de las fuertes subidas de los últimos meses, el Banco de España insistió en febrero en que el recurso de las entidades españolas a las operaciones de financiación que ofrece el BCE ha sido "absolutamente normal y razonable", y descartó que pueda usarse como "argumento de una supuesta debilidad que no existe".
Sin embargo, en mayo, el director general de operaciones, mercados y sistemas de pago del Banco de España, Javier Alonso, reconoció que parte de la solución de la crisis financiera pasa por obtener financiación en los mercados y a plazos más largos, y no por seguir incrementando la demanda de liquidez del Banco Central Europeo (BCE).
Además, el subgobernador del Banco de España, José Viñals, recomendó en agosto a las entidades financieras que acudan más a los mercados mediante emisiones de deuda.