LD (M. Llamas) El Banco de España anuncia que la morosidad (porcentaje de créditos impagados) seguirá creciendo durante los "próximos trimestres". En este sentido, las recientes estimaciones elaboradas por la Fundación de Cajas de Ahorros (Funcas) avanzaban que la tasa de morosidad se elevaría por encima del 6% en 2009.
En la actualidad, el impago de los créditos concedidos por bancos, cajas de ahorro y cooperativas de crédito a particulares y empresas subió en julio hasta el 2,15%, la tasa más alta desde septiembre de 1998, cuando se situó en el 2,17%, según el Banco de España. El pasado agosto, dicha tasa se alzaba ya hasta el 2,45% para el conjunto del sistema financiero español, la tasa más alta desde mayo del 98.
Mientras, el consejero delegado del Banco Sabadell, Jaume Guardiola, consideraba el pasado 28 de octubre que en esta crisis la morosidad del sector "se va a quedar cerca" de los niveles de 1993, cuando alcanzó el máximo del 7%, aunque la tasa de la entidad seguiría por debajo de la media, según reiteró.
Durante su intervención en el V Encuentro del Sector Bancario, organizado por el IESE y PriceWaterhouseCoopers, Guardiola explicó que el aumento de la mora no debe "escandalizar" ya que no significa pérdidas y, a diferencia de la crisis de los 90, los tipos de interés son "mucho más bajos".
Pese a todo, tales diagnósticos podrían quedarse cortos a la vista de los escenarios que barajan los expertos del organismo regulador. Y es que, según el Banco de España, la morosidad crediticia podría ascender hasta el 9%. Es decir, por encima de la tasa media alcanzada durante la crisis de los 90.
Más provisiones
Ante tal situación, las entidades se verían obligadas a incrementar sus provisiones específicas para afrontar los impagos. En este sentido, el Banco de España avanza que el ratio de cobertura de los bancos y cajas españoles podría descender hasta el 50%, cuando hace algo más de un año se aproximaba al 250%.
Tales ratios de cobertura hacen referencia al porcentaje de créditos morosos que están cubiertos por las provisiones de las entidades bancarias. Cuando dicho ratio es inferior al 100%, las entidades se ven obligadas a acudir a los beneficios logrados en otros ejercicios para afrontar los impagos. Así, la entidad estima que, en caso de que la morosidad se dispare hasta el 9%, la banca nacional, no sólo agotará sus actuales provisiones, sino que tendrá que hacer uso del 75% de "los beneficios de dos años consecutivos".
Los analistas consultado por LD coinciden en que, efectivamente, de prolongarse la actual crisis económica, la morosidad podría elevarse hasta el 9% a finales de 2009 ó principios de 2010.
Recomposición de balances
En su último informe de estabilidad financiera, el instituto emisor señala que "si bien las entidades españolas no se han visto directamente afectadas por la crisis del mercado subprime estadounidense, han de afrontar, no obstante, como las de otros sistemas bancarios, las dificultades asociadas a la peor coyuntura económica y al endurecimiento de las condiciones de financiación en los mercados mayoristas".
Por ello, "ante un entorno internacional muy complejo, las entidades de depósito españolas han reaccionado empezando a recomponer sus balances", añade. Por un lado, están "reduciendo su exposición a los sectores en los que el crédito había crecido con más intensidad en el pasado". Es decir, sector inmobiliario e hipotecario.
Además, "en el pasivo, los depósitos a plazo están creciendo con intensidad". De este modo, las entidades españolas están procediendo a una "recomposición" de sus balances que, "lógicamente, requiere cierto tiempo".
El informe advierte de que, si bien la banca española presenta unos elevados fondos de cobertura de activos dudosos y unos coeficientes de capital muy por encima de los mínimos requeridos, una crisis como la que está atravesando el sistema financiero internacional, junto con la persistencia de la falta de liquidez en el mercado interbancario, "implican elementos de dificultad adicionales para el sector bancario español en los próximos años".
La morosidad seguirá creciendo
Por otro lado, la tasa de mora "ha repuntado con intensidad", y pronostica que "seguirá aumentando en los próximos trimestres", reduciendo la tasa de cobertura de las entidades y situándola en línea con la de otros sistemas bancarios del entorno.
"Hay elementos de tensión que soportarán las cuentas de resultados, relacionados con menores volúmenes de actividad, mayores costes de financiación y con el impacto de los impagos a través de provisiones específicas", sostiene el Banco de España, que resalta lo importante de que "las entidades intensifiquen sus esfuerzos por aumentar su eficiencia de costes" en este contexto.
Los impagos inmobiliarios se disparan
Así, son los sectores de construcción y promoción inmobiliaria los que, desde diciembre de 2007, han sufrido un mayor repunte de la ratio, desde el 0,58% al 1,99% en junio de 2008, repunte que también se da en el crédito para adquisición de vivienda (desde el 0,69% al 1,28% en junio de 2008), según indica el informe.
"Las actividades de promoción inmobiliaria, por su propia naturaleza, incorporan un perfil cíclico más marcado". En este sentido, "la experiencia histórica muestra que, en este sentido, su ratio de morosidad suele situarse, en los momentos de mayor debilidad coyuntural, alrededor de dos veces por encima de la ratio media", alerta la entidad.
El problema de la banca reside en el ladrillo
De hecho, según el Banco de España, "la gestión de la exposición al sector inmobiliario es una de las mayores complejidades que afrontan las entidades de crédito españolas". Además, es "posible que en el mercado hipotecario español existan segmentos que puedan incorporar mayores niveles de riesgo porque las entidades se enfrentaban a una elevada incertidumbre sobre el comportamiento futuro de los prestatarios en caso de dificultades", alerta.
La entidad pone como ejemplo las hipotecas concedidas a los extranjeros residentes en España. Así, "si bien su peso en las carteras hipotecarias de las entidades de depósito españolas es reducido (6,9% en junio de 2008), podrían reflejar una mayor morosidad" como consecuencia de la incertidumbre que existe sobre la coyuntura económica y futura solvencia de los hipotecados.
Por ello, el Banco de España advierte que los bancos y cajas tendrán que elevar sus provisiones ante la creciente morosidad, tal y como avanzó hace meses Libertad Digital.
Y es que, "las ratios de cobertura se han reducido significativamente (hasta el 114% en junio de 2008), y es previsible que continúen convergiendo hacia los niveles medios observados en los sistemas bancarios de la UE (en torno al 50%)", añade. Hace apenas un año, este ratio superaba el 200%. Es decir, las entidades disponían de 2 euros por cada euro de crédito que resultara impagado.
La cobertura de los impagos se reduce a la mitad
El informe señala que en todos los países se observa una caída de la cobertura de los fondos para insolvencias cuando la morosidad aumenta significativamente. Los fondos de insolvencias genéricos fueron constituidos en el pasado para ser utilizados en un contexto como el actual, no para aumentar de forma permanente los recursos disponibles de las entidades.
De este modo, el documento explica que "si se considera un nivel de cobertura de morosos similar al promedio europeo (en torno al 50%), dicho fondo permitiría cubrir las pérdidas asociadas a una ratio de morosidad en torno al 4%".
Pero si a lo anterior se añade el margen que ofrece la cuenta de resultados, dicha ratio de cobertura, ampliada con los beneficios de un año, "posibilitaría cubrir ratios de morosidad en torno al 7%". Además, si se añaden tres cuartas partes de los beneficios de dos años consecutivos, "la cobertura de las pérdidas llegaría hasta ratios de morosidad del 9%. Lógicamente, este es un escenario de considerable estrés para las cuentas de resultados", alerta la entidad.
Sin embargo, el test efectuado por el Banco de España avanza la posibilidad de tal escenario a medio plazo. No obstante, el orgsnismo, en un test similar sobre la economía nacional ya avanzó en junio la llegada de una recesión económica similar a la aceecida en 1993.
El problema de la financiación exterior
Sin embargo, el riesgo de crédito no es el único que han de gestionar las entidades. Como consecuencia de la crisis financiera internacional, "el acceso a la financiación en los mercados mayoristas se ha vuelto más complejo para las instituciones financieras", señala el documento.
El problema consiste en que durante los últimos años, las entidades españolas han acudido a los mercados financieros mayoristas a medio y largo plazo para financiar parte del crecimiento de su actividad. "La financiación procedente de los mercados mayoristas se ha captado a través de un amplio conjunto de instrumentos financieros", como los títulos y cédulas hipotecarias, añade.
Dichas emisiones, empleadas por la banca española para financiarse en el exterior, se han realizados, sobre todo, a medio y largo plazo (el saldo vivo a medio y largo plazo supera en seis veces la financiación emitida a corto plazo). Así, "predominan claramente los vencimientos largos: un 3,8% del saldo vivo en julio de 2008 vence a finales del presente ejercicio; el 36% lo hace entre 2009 y 2012, distribuyéndose los plazos de un modo homogéneo entre esos años, y el 60% restante vence después de 2013", según el Banco de España.
De este modo, a pesar de las dificultades existentes este año, las entidades españolas lograron colocar en el mercado unos 36.000 millones de euros a través de deuda financiera sin garantía (22.000 millones de euros) y de cédulas hipotecarias (14.000 millones de euros).
Sin embargo, "el acceso a estos mercados, tanto para las entidades españolas como para las de otros países de nuestro entorno, no ha sido continuo ni fluido", habiéndose cerrado "casi completamente estos mercados, que eran muy profundos y líquidos hasta mediados de 2007", advierte.
El plan de actuación del Gobierno español, que se enmarca dentro del decidido por los países de la zona del euro, en la medida en que aporta la garantía del Estado a las emisiones de las entidades, "debería contribuir a reabrir las posibilidades de financiación de las entidades españolas", señala el informe.
Transparencia en las ayudas bancarias
Sin embargo, estima que las medidas adoptadas por los principales países europeos y Estados Unidos deben aplicarse por los diferentes gobiernos de modo "transparente y respetuoso" para mantener el terreno competitivo, ya que en caso contrario "se producirán efectos perversos". Pese a ello, el Gobierno ha reconocido que tan sólo dará a conocer 4 meses después el nombre de las entidades que recurran al fondo de ayuda aprobado por el Gobierno.