La Asociación Madrileña de la Empresa Familiar (AMEF) ha realizado un pequeño estudio sobre esta figura impositiva en el que recuerda que desde 1994 en la UE sólo se ha legislado sobre este tema para abolir el Impuesto de Patrimonio. Sólo Francia lo mantiene (con un tipo del 1,8%) e incluso en el país galo su Senado se ha pronunciado ya para definir este impuesto como un "arcaísmo fiscal".
En opinión de AMEF el Impuesto de Patrimonio provoca "inseguridad jurídica" (si se reintroduce después de haberlo suprimido hace dos años), es "obsoleto, injusto y abusivo". Además, denuncian que este tributo "congela el patrimonio, impidiendo operaciones que floren plusvalías", lo que provoca una pérdida en la recaudación por IRPF. Por todo esto, concluye, es "un impuesto sin lugar en la economía de libre mercado". Todos estos, por cierto, son argumentos similares a los utilizados hace apenas dos años por el propio presidente del Gobierno cuando decidió suprimir este tributo.
Los cálculos de AMEF (no confundir esta asociación con el Instituto de Empresa Familiar) se han realizado sobre dos supuestos, que el Impuesto sobre el Patrimonio se aplique a partir de un millón de euros y que se aplique a partir de los dos millones (y suponiendo que el tipo impositivo sea similar al que se derogó hace dos años).
De esta manera, en el primer supuesto -1 millón- quedarían unos 250.000 declarantes de los 981.000 que había en 2007. La recaudación podría estar entre los 1.200 y 1.800 millones de euros. Si se aplicara sólo a los que tengan más de dos millones de patrimonio, la horquilla de recaudación estaría entre los 450 y los 600 millones.
El problema es que, a pesar de los argumentos utilizados ahora por el Gobierno, el mayor peso de este tipo de impuestos recae normalmente en las clases medias y no en las altas que, como reconoció el propio presidente, "tienen muy fácil eludir" este tributo.
De hecho, un millón de euros es una cantidad muy llamativa pero muchas familias españolas que hayan ahorrado durante tres o cuatro décadas de trabajo duro y hayan comprado dos viviendas (por poner un ejemplo muy habitual) pueden estar por encima de ese nivel.