LD (Agencias) Las familias españolas poseían al término del primer trimestre del año activos por valor de 1,28 billones de euros, una cifra jamás alcanzada en términos absolutos.
Sin embargo, teniendo en cuenta el PIB, el récord lo tiene el año 1999. Los activos en manos de las familias equivalía al finalizar marzo al 169,2 por ciento del PIB, mientras que al término de 1999 este porcentaje estaba próximo al 183 por ciento.
Algo parecido ocurre también con la riqueza financiera neta de las familias (activos menos deudas), que se ha situado en el primer trimestre en 753.476 millones de euros, la cifra más alta en términos absolutos, pero no respecto al PIB. En 1999 la riqueza financiera neta de las familias rondaba el 130 por ciento del PIB, frente al 99,7 por ciento actual.
Sin embargo, teniendo en cuenta el PIB, el récord lo tiene el año 1999. Los activos en manos de las familias equivalía al finalizar marzo al 169,2 por ciento del PIB, mientras que al término de 1999 este porcentaje estaba próximo al 183 por ciento.
Algo parecido ocurre también con la riqueza financiera neta de las familias (activos menos deudas), que se ha situado en el primer trimestre en 753.476 millones de euros, la cifra más alta en términos absolutos, pero no respecto al PIB. En 1999 la riqueza financiera neta de las familias rondaba el 130 por ciento del PIB, frente al 99,7 por ciento actual.
Los últimos datos del Banco de España señalan que sólo en el último año (marzo 2003-marzo 2004) las deudas financieras de las familias han aumentado el 17,06 por ciento , unos 77.000 millones de euros (casi 13 billones de las antiguas pesetas). Los expertos justifican el elevado ritmo de crecimiento en la expansión del crédito hipotecario, que en los últimos trimestres ha aumentado claramente por encima del 20 por ciento y que por el momento no ofrece signos de desaceleración.
Del total de la deuda financiera de las familias, más del 83 por ciento son préstamos a largo plazo, fundamentalmente hipotecarios, que han crecido en tasa interanual del 20,3 por ciento. Los bajos tipos de interés –actualmente el precio del dinero fijado por el Banco Central Europeo está en el dos por ciento–, unido al incremento del precio de las viviendas, han provocado que las familias consideren un momento favorable para acudir al endeudamiento, en detrimento del ahorro.