(Libertad Digital) En épocas de crisis cumplir con las obligaciones fiscales es más difícil que en etapas de bonanza económica. En EEUU las familias han afrontado en 2008 una reducción de su poder adquisitivo como consecuencia del desplome de la actividad crediticia, el aumento del desempleo y la subida de los costes hipotecarios, en un momento en el que su principal patrimonio (la vivienda) está bajando de valor.
Estos factores se han producido en un entorno de aumento del déficit público de la Administración de EEUU, con unas tasas que ahora se acercan al 12% del Producto Interior Bruto (PIB). Este déficit se puede financiar de dos maneras: emitiendo deuda pública y subiendo los impuestos. Los poderes públicos norteamericanos han escogido las dos.
En esta ocasión nos compete la vía tributaria, ya que este miércoles es el día de pago de impuestos en EEUU. Una jornada que sufren los contribuyentes y que ha servido también a las asociaciones de ciudadanos para rememorar los “motines de Boston” en una extensión de las “fiestas del té”.
Este año los ciudadanos están asustados, según revela la agencia Reuters. La campaña tributaria de 2009 tiene como principal novedad evitar la evasión fiscal, aumentando las sanciones a aquellos que, por primera vez, no puedan hacer frente a las cargas de la Hacienda de EEUU.
“Nuestras peticiones de información se han disparado un 280%”, explica Richard Boggs de la asesoría fiscal Nationwide Tax Relief en Los Ángeles.
“Hemos observado un enorme crecimiento de lo que denominamos un evasor fiscal novel (rookie) en la campaña de este año y están muy asustados. No saben lo que les puede ocurrir porque nunca habían estado en una situación similar”, señala el gestor tributario.
La bajada de los precios inmobiliarios ha reducido el patrimonio neto de muchos hogares lo que, añadido al aumento del desempleo, dificulta que las familias paguen sus facturas y además les sobre para pagar impuestos.
“La gente no está abonando sus tributos porque están gastando su dinero en productos de primera necesidad para sus vidas diarias”, dice Kristin Lavieri, contable de la firma Weisntein & Anastasio con sede en Hamden (Connecticut).
Lavieri indica que la mayoría de los autónomos, que deben hacer frente a sus obligaciones fiscales cada cuatrimestre, también tienen dificultades para cumplir con Hacienda. “Cuando no tienes dinero para tus gastos operativos está muy claro que tampoco lo tienes para pagar impuestos”, añade esta contable.
El miedo se extiende: nadie admite que no cumple con el Fisco
La situación es, por lo tanto, dantesca, ya que la mayoría de las personas que no pueden pagar sus impuestos lo ocultan a sus familiares y amigos, y en muchos casos hasta a sus propios asesores fiscales. “Cuando reciben una tasa o impuesto que no pueden pagar intentan olvidarlo”, explica Boggs.
El organismo que se encarga de recaudar, The Internal Revenue Service (IRS), no es ajeno a esta situación y un miembro del mismo, Doug Shulman, intenta restar hierro al problema: “Reconocemos la realidad económica que está ahí fuera y estamos dispuestos a trabajar con la gente”.
Pero los críticos son escépticos respecto a la flexibilidad del IRS, porque el organismo recauda al año 3 billones de dólares que sirven al Gobierno para tapar su enorme agujero presupuestario.