La UE acordó este lunes una reforma de la disciplina fiscal que incluirá un mecanismo de activación de las sanciones más automático y menos dependiente del consenso de los Veintisiete. Sin embargo, éstos se reservaron un último as en la manga para poder vetar las multas y dar una segunda oportunidad a los países, antes de sancionarlos.
Fuentes presentes en la negociación confirmaron que los ministros de Finanzas de la UE han aceptado la propuesta de la Comisión Europea para que los castigos propuestos por el Ejecutivo comunitario se aprueben sin necesidad de pasar por el Consejo.
Sin embargo, los países se reservaron el poder de vetar un castigo si una mayoría cualificada expresa su oposición a la decisión en un plazo aún por determinar (la Comisión ha propuesto diez días), confirmaron fuentes presentes en la negociación.
Propuesta rebajada
Además, se ha rebajado la propuesta de la Comisión mediante la introducción de un nuevo mecanismo que permitirá dar una segunda oportunidad a los países infractores para enmendarse, antes de sancionarlos.
Hasta ahora, cualquier castigo propuesto por la Comisión Europea, en el procedimiento por déficit excesivo contra un país, requería del refrendo obligatorio de una mayoría cualificada de estados miembros en el Consejo. Lo acordado este lunes supone una flexibilización de las exigencias alemanas, que perseguían una automatización total de las sanciones para garantizar una aplicación igualitaria y reducir el riesgo moral.
El acuerdo ha sido posible después de que Francia también amoldara su postura, tras oponerse durante semanas a la posibilidad de dejar decisiones de semejante calado en manos de funcionarios de la Comisión Europea.
Preguntada por el sistema de mayorías necesario para vetar un castigo, la ministra francesa de Finanzas, Christine Lagarde, contestó esta mañana: "Olvídense de eso. No se fijen tanto en los detalles. Miren el conjunto de la foto. Es un gran endurecimiento del Pacto de Estabilidad y Crecimiento".
La postura de Salgado
Antes de la reunión, la ministra de Economía y Hacienda española, Elena Salgado, se mostró partidaria de que los estados miembros retengan cierto poder de veto en el mecanismo de activación de las sanciones contra los países que infrinjan la disciplina fiscal de la UE.
"Todos aceptamos que pueda haber una mayoría inversa en el sentido de cambiar un poco las reglas de votación pero, desde luego, dejando sitio para que el Consejo pueda también tener su papel", dijo Salgado.
El acuerdo sobre el nuevo mecanismo para activar las sanciones fue logrado durante la última reunión del grupo especial creado el pasado marzo para impulsar el endurecimiento de la disciplina fiscal en la UE, que era exigido por Alemania para aceptar el rescate de Grecia. El grupo de trabajo deberá entregar su informe final a los líderes europeos en la cumbre del 28 y 29 en Bruselas.