El presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, defendió este jueves el establecimiento de sanciones "eficaces, automáticas y directas" para los países que incumplan los criterios de déficit y deuda del Pacto de Estabilidad europeo. En rueda de prensa tras concluir la reunión del Consejo Europeo, Zapatero no precisó qué tipo de castigos podrían consensuar los socios comunitarios, pero se mostró convencido de que se acordará un nuevo marco temporal y nuevos mecanismos para aplicar sanciones dentro de las posibilidades jurídicas que ofrece el Tratado de Lisboa.
La creación de estas sanciones ha sido polémica y han sido numerosos los líderes europeos que han pedido su instauración. De hecho, no es la primera vez que el propio Zapatero las solicita. Además, la semana pasada, Jean-Claude Trichet pidió que se suspendieran los derechos de voto de los países incumplidores. Y este mismo miércoles fue Elena Salgado quien se mostró contraria a la propuesta de la Comisión Europea de suspender la concesión de ciertas ayudas comunitarias a los países infractores y apostó por el actual sistema de multas.
En estos momentos, casi todos los países de la Eurozona incumplen esos requisitos, pero el problema para España, es que este año será el segundo país de la eurozona con mayor déficit, tras Irlanda. Y si se cumplen las previsiones de la Comisión Europea, no conseguirá reducir su nivel por debajo del 3% (lo establecido en el Pacto de Estabilidad) al menos hasta 2013. Es decir, que Zapatero está pidiendo unas sanciones "directas" que, previsiblemente, España sería uno de los primeros países en recibir.
Hay muchos expertos que han pedido en varias ocasiones que se impongan multas en estos casos, como un medio de controlar a los estados menos responsables. Pero resulta curioso que sea precisamente el presidente de uno de estos países el que se ponga a la cabeza de los guardianes de la ortodoxia.
Trabajo sobre el nuevo modelo
Por su parte, el presidente estable del Consejo, el belga Herman van Rompuy, presentó a los veintisiete jefes de Estado y de Gobierno de la UE un informe sobre el trabajo del grupo de alto nivel que estudia el nuevo modelo de gobernanza económica para la UE y que todavía tiene por delante semanas de debate antes de cerrar un acuerdo.
Zapatero recordó que al inicio de la presidencia española de la UE, en el primer semestre del año, abogó por fijar sanciones a los países que incumplieran el pacto de estabilidad y fue muy criticado desde diversos frentes.
Por ello, se felicitó ante el consenso en torno a la necesidad de establecer esas sanciones para evitar que los desequilibrios fiscales y macroeconómicos pongan en riesgo la estabilidad económica europea y la moneda única.
En este contexto, subrayó la necesidad "evidente" que viven ahora los países de la UE para cumplir los criterios del pacto de estabilidad, que restringe el déficit público al 3 por ciento del PIB y la deuda al 60 por ciento. "Tiene que haber sanciones y mi convencimiento es que las va a haber", recalcó. Sin aclarar qué tipo de sanciones apoya España, defendió respetar el marco que fija el Tratado.