LD (EFE) Según informó el Departamento de Trabajo, si se excluyen del índice los precios más volátiles -alimentos y combustibles- el IPC también aumentó un 0,2 por ciento. Los precios de la energía , que representan aproximadamente el 7 por ciento del IPC, subieron un 0,4 por ciento después de registrar aumento del 0,8 por ciento el mes anterior. Por su parte, la gasolina aumentó su precio un 1,2 por ciento, en tanto que el del gas natural bajó un 0,6 por ciento. En lo que respecta a los precios de los alimentos -que representan casi el 20 por ciento del índice- aumentaron un 0,1 por ciento, después de registrar un salto del 0,4 por ciento el mes anterior.
Los precios de los automóviles nuevos cayeron un 0,1 por ciento, después de disminuir un 0,2 por ciento en junio. En últimos 12 meses, los precios de los automóviles nuevos en Estados Unidos bajaron un 1,4 por ciento, mientras que los de la vivienda subieron un 0,2 por ciento.
El presidente de la Reserva Federal, Alan Greenspan, había advertido en mayo de que la economía de Estados Unidos corría un riesgo de deflación -una caída general de los precios-, si seguía por un período prolongado con un ritmo muy bajo de inflación. Para estimular el gasto de los consumidores y evitar una deflación la Reserva Federal ha aflojado su política monetaria hasta el punto de que los intereses se encuentran ahora en su nivel más bajo desde 1958.
Hay que recordar que casi el 60 por ciento del IPC lo componen los precios que los consumidores pagan por servicios, desde las consultas médicas a las entrada para el cine y o los billetes de avión.
Los precios de los automóviles nuevos cayeron un 0,1 por ciento, después de disminuir un 0,2 por ciento en junio. En últimos 12 meses, los precios de los automóviles nuevos en Estados Unidos bajaron un 1,4 por ciento, mientras que los de la vivienda subieron un 0,2 por ciento.
El presidente de la Reserva Federal, Alan Greenspan, había advertido en mayo de que la economía de Estados Unidos corría un riesgo de deflación -una caída general de los precios-, si seguía por un período prolongado con un ritmo muy bajo de inflación. Para estimular el gasto de los consumidores y evitar una deflación la Reserva Federal ha aflojado su política monetaria hasta el punto de que los intereses se encuentran ahora en su nivel más bajo desde 1958.
Hay que recordar que casi el 60 por ciento del IPC lo componen los precios que los consumidores pagan por servicios, desde las consultas médicas a las entrada para el cine y o los billetes de avión.