(Libertad Digital) Los analistas contaban con un progresivo aumento de los tipos de interés del área que se iniciaría a mediados del próximo año, sin embargo, tras la ruptura del Pacto de Estabilidad, no descartan que la congelación de las sanciones por déficit acelere esta tendencia en la política monetaria del BCE.
Un mayor gasto por parte de los países de la zona euro significa un aumento del consumo y, por tanto, de los precios. El BCE considera que una tasa de inflación por encima del 2 por ciento perjudica a la competitividad de los productos europeos y, por tanto, al crecimiento económico. Una de las formas de evitar el aumento del consumo (que es el que genera inflación) es aumentar el precio del dinero y reducir la concesión de préstamos. Es decir, subir los tipos de interés.
Por eso, el gobernador del Banco de Grecia y miembro del Consejo de gobierno del BCE, Nikos Garganas, dijo en Atenas que uno de los primeros síntomas de la suspensión de sanciones sería "un incremento de los tipos y un debilitamiento del euro", aunque poco después insistió en que las tasas de la eurozona "no deberían subir tan rápido".
Ante esta situación, el Euribor, principal referencia para los préstamos hipotecarios de tipo variable, subió 0,11 puntos en noviembre y se situó en el 2,41 por ciento, su nivel más alto desde el mes de abril. Los expertos consideran que la recuperación de la economía mundial y de la UE pondrá fin a la política de tipos bajos adoptada por el BCE en los últimos años, si a esto le sumamos la reciente ruptura del Pacto de Estabilidad, los augurios para la economía doméstica del español medio (que cuenta con un préstamo hipotecario) no son muy positivos.