LD (EFE) Expertos del ámbito empresarial o financiero, como el gobernador del Banco de España, Jaime Caruana, y representantes sociales y políticos, como los ex presidentes del Gobierno Felipe González y José María Aznar, participarán en los trabajos del Observatorio, que investigará la evolución de la presencia española y su influencia en las decisiones del nuevo orden económico y financiero internacional.
Como octava economía mundial en términos de Producto Interior Bruto (PIB), España debería estar integrada en el G-8 y, como mínimo, en el G-20, según coincidieron este miércoles en subrayar, en el acto de presentación del Observatorio, el ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, y los promotores del Observatorio, creado por iniciativa de la Fundación de Estudios Financieros.
No obstante, Moratinos insistió en que "no hay que obsesionarse" con la presencia española en el G-8, porque ésta llegará "por su propio peso y nos reclamarán estar ahí", y España debe participar también de forma más activa en otros centros de poder.
Además de la octava economía del mundo, por delante de Canadá (integrada en el G-8), España es la sexta potencia en comercio internacional, la cuarta por inversión directa en el exterior, y ocupa el mismo lugar en grado de liberalización económica, según el presidente de la Fundación de Estudios Financieros (FEF), Aldo Olcese.
La FEF presentó el pasado diciembre el informe "España y la nueva arquitectura económica y financiera internacional. El desafío del G-8", que reclamaba un puesto para el país en este grupo. Y fruto de ese estudio surge ahora el Observatorio, que se apoyará en un Grupo de Trabajo constituido en torno a una nueva Cátedra de Gobierno de la Economía Internacional, la primera en España, que la FEF ha dotado en la Universidad de Navarra.
Dirigido por el catedrático de Economía Aplicada y decano de la Facultad de Económicas de la Universidad de Navarra, Luis Ravina, el Grupo de Trabajo elaborará cada seis meses un indicador sobre la evolución de la presencia internacional de España en el orden económico mundial, y en diciembre, en el informe anual, incluirá análisis sobre diversas cuestiones relevantes. El indicador analizará la calidad institucional de España; su protagonismo en la economía internacional; la presencia sociocultural y el nivel de poder y de voto en diversos organismos.
Como octava economía mundial en términos de Producto Interior Bruto (PIB), España debería estar integrada en el G-8 y, como mínimo, en el G-20, según coincidieron este miércoles en subrayar, en el acto de presentación del Observatorio, el ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, y los promotores del Observatorio, creado por iniciativa de la Fundación de Estudios Financieros.
No obstante, Moratinos insistió en que "no hay que obsesionarse" con la presencia española en el G-8, porque ésta llegará "por su propio peso y nos reclamarán estar ahí", y España debe participar también de forma más activa en otros centros de poder.
Además de la octava economía del mundo, por delante de Canadá (integrada en el G-8), España es la sexta potencia en comercio internacional, la cuarta por inversión directa en el exterior, y ocupa el mismo lugar en grado de liberalización económica, según el presidente de la Fundación de Estudios Financieros (FEF), Aldo Olcese.
La FEF presentó el pasado diciembre el informe "España y la nueva arquitectura económica y financiera internacional. El desafío del G-8", que reclamaba un puesto para el país en este grupo. Y fruto de ese estudio surge ahora el Observatorio, que se apoyará en un Grupo de Trabajo constituido en torno a una nueva Cátedra de Gobierno de la Economía Internacional, la primera en España, que la FEF ha dotado en la Universidad de Navarra.
Dirigido por el catedrático de Economía Aplicada y decano de la Facultad de Económicas de la Universidad de Navarra, Luis Ravina, el Grupo de Trabajo elaborará cada seis meses un indicador sobre la evolución de la presencia internacional de España en el orden económico mundial, y en diciembre, en el informe anual, incluirá análisis sobre diversas cuestiones relevantes. El indicador analizará la calidad institucional de España; su protagonismo en la economía internacional; la presencia sociocultural y el nivel de poder y de voto en diversos organismos.