En la entrevista que publica este domingo ABC en su suplemento Empresa, Mariano Rajoy se centra en criticar las políticas económicas del Gobierno y en aportar sus ideas. Si él fuera presidente, cuenta, se centraría en dar "aliento a quienes generan riqueza" y empleo, presentaría "un plan de austeridad muy claro", emprendería "algunos recortes de impuestos fundamentales para los sectores productivos" y también reformas estructurales. También, cuenta, "es importante hacer reformas en el mercado laboral"...
La política económica, insiste, tendría que ser "radicalmente diferente de la que estamos viviendo, si es que a lo que estamos viviendo se le puede llamar política económica", en alusión a la improvisación del Gobierno Zapatero visible en medidas como el PER nacional o la subida de impuestos. Sobre esos 420 euros, cuenta que él no se opone a que el Estado dé ayudas "en un momento concreto", pero "habiéndolo planificado".
La "receta mágica", cuenta, es "hacer lo contrario de lo que se está haciendo en estos momentos", con un plan que "genere incertidumbre" y "de austeridad duro". Lo básico, en cualquier caso, sería "generar confianza", algo que con este Gobierno, explica, "es imposible". "Las decisiones en materia económica de los pasados julio y agosto ponen los pelos de punta", cuenta en alusión, por ejemplo, a la financiación autonómica o la subida de los impuestos especiales.
Solbes y el euro
Respecto a un posible pacto con el Gobierno, insiste en que él está "dispuesto a hablar con el Gobierno de lo que quiera" pero advierte que "sería tremendo para España que la oposición se hiciera cómplice de una política disparatada". Confiesa, incluso, que echa de menos a Solbes: "Nunca lo hubiera creído, pero la verdad es que Solbes tenía algunas ideas muy claras".
Tímidamente, también alude a la posibilidad de que en un futuro España se viera obligada a abandonar el euro. "Espero que no. Haré todo lo que esté en mis manos para que no sea así. No quiero ni siquiera entrar en ese debate", responde. Sí afirma que "el crédito de España en Europa ha bajado de una manera ciertamente llamativa, lo que es muy preocupante".