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Salgado infla los ingresos y sube los impuestos al 70% de los contribuyentes

La Fundación de las Cajas de Ahorros (Funcas) estima que la recaudación esperada por el Gobierno en las reformas del IRPF y del IVA está sobrevalorada en más de un 30%. Además, la subida de impuestos afectará al 70% de los contribuyentes.

Esta es una de las principales conclusiones del estudio sobre el impacto recaudatorio y redistributivo de la reforma del IRPF e IVA incorporadas en el proyecto de Presupuestos Generales del Estado de 2010 y publicado este lunes por Funcas en su último Cuadernos de Información Económica.

Dicha sobrevaloración reacudatoria confirma que el Gobierno ha inflado los ingresos fiscales en los Presupuestos Generales del Estado para 2010, con lo que las cuentas públicas son, una vez más, irreales.

Según el Gobierno, la eliminación de la deducción de 400 euros en el IRPF, el aumento de la tributación de las rentas de capital (del 18% al 19% para los primeros 6.000 euros y al 21% para el resto) y el incremento del IVA (el tipo general se eleva del 16% al 18% y el reducido del 7% al 8%) tendrá un impacto recaudatorio del 1,11% del PIB estimado para 2010, mientras que Funcas rebaja esta previsión hasta el 0,77%.

Desglosando la recaudación prevista por figuras impositivas, las cajas de ahorros calculan que la eliminación de la deducción de 400 euros en el IRPF y el aumento de las rentas de capital supondrá a la Hacienda Pública unos ingresos extra de 4.209,5 millones de euros, frente a los 5.340,5 millones de euros estimados por el Gobierno.

Se recadará un 17% menos por los cambios en IRPF

De esta forma, Funcas indica que los Presupuestos Generales del Estado para 2010 sobreestiman el impacto recaudatorio de los cambios propuestos en el IRPF en algo más de 1.131 millones de euros, es decir, un 17%.

Dentro de esta cifra, Funcas estima que el Gobierno sobreestima en 1.186 millones de euros la recaudación de la supresión de los 400 euros (de 5.700 millones a 4.514 estimados por Funcas) pero, en cambio, infravalora en 54,3 millones de euros los ingresos por el aumento de la tributación de las rentas del capital (de 800 millones a 854,3 calculados por las cajas).

En IVA se ingresará menos de la mitad

Por su parte, la sobrevaloración de la recaudación por el aumento del IVA estimada por el Gobierno se situará, según las cajas de ahorros, en 2.700 millones de euros anuales, con lo que la previsión del Ejecutivo de recaudar 5.150 millones de euros en 2010 parece "exagerada", dado que es más del doble que lo estimado por Funcas.

Los cálculos realizados por la Fundación se basan en el supuesto de que se mantendrá en 2010 la caída de la recaudación del IVA del 27,7% registrada en el periodo enero-agosto 2008-2009 y en que el incremento de los tipos del impuesto se traslade íntegramente al consumidor. Esta última premisa, indica, es "más que discutible".

Además del impacto recaudatorio de la reforma fiscal, las cajas también analizan el efecto distributivo de los cambios aprobados por el Gobierno. Así, concluyen que la reforma del IRPF (la eliminación de los 400 euros y el aumento de las rentas de capital) generará un incremento de la factura fiscal para el 70% de los contribuyentes de este impuesto y quedará inalterada para el 30% restante.

Pérdida media en IRPF

En concreto, indica que la pérdida media crece con el nivel de renta, desde los 178 euros de más que pagarán los declarantes con menores rentas hasta los 668 euros adicionales que tendrán que desembolsar los contribuyentes con las rentas más altas. Para el 1% más rico, la pérdida media generada alcanzará los 2.194 euros.

Por fuentes de renta, los que sufrirán una mayor pérdida absoluta serán los declarantes cuya principal fuente de ingresos son las rentas de capital (1.034 euros), frente a las rentas salariales (386 euros) y las rentas por actividades económicas (395 euros).

Además, Funcas afirma que la reforma del IRPF empeora la progresividad del impuesto y también, aunque en menor medida, la capacidad redistributiva del mismo.

En cuanto al incremento del IVA, que se aplicará a partir del 1 de julio de 2010, estima que supondrá una mejora de la capacidad redistributiva, fundamentalmente por el aumento del tipo medio efectivo, que pasará del 11,1% al 12%, sin apenas afectar a la progresividad con la que se recaudan los impuestos indirectos.

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