LD (L. Ramírez) La revisión del cuadro macroeconómico que hizo el vicepresidente segundo del Gobierno, Pedro Solbes, el pasado viernes ha servido a la agencia de calificación de riesgo Standard and Poor´s para rebajar la calidad de la deuda pública española, tras el aviso lanzado el pasado 12 de enero, cuando
S&P situó el "rating" a largo plazo del Reino de España "AAA" en vigilancia "con implicación negativa" por los
"considerables desafíos" a los que se enfrentaba la economía del país.
Este lunes, la agencia ha explicado en un informe que la rebaja "refleja nuestra convicción de que las
finanzas públicas españolas sufrirán efectos adversos en paralelo a la rebaja de las estimaciones de crecimiento económico" y considera que "la respuesta política a estos desafios son insuficientes para afrontar los grandes desafíos presupuestarios".
El documento está firmado por el analista de S&P Trevor Culliman, quien define como "insostenible" el déficit exterior, que ronda el 10% del Producto Interior Bruto (PIB) y
rebaja considerablemente el crecimiento potencial de la economía española, que pasa del 3,5% al 2%. La agencia de riesgo asegura que "la capacidad exportadora de España es insuficiente para generar una vía que sirva de contrapeso a la caída de la demanda interna".
En este contexto, S&P "anticipa que
la deuda neta del Gobierno escalará el 18% del PIB en los próximos cuatro años, aunque estima que esta cantidad podría ser superada "por la recapitalización que necesita el sector financiero español".
En cuanto a las reformas estructurales, la agencia de calificación
reclama, una vez más, la necesidad de aumentar la flexibilidad del mercado laboral y del resto de mercados de bienes y servicios para elevar la productividad, mejorar la competitividad y reducir el desempleo.
Asimismo,
la calificación "A-1+" a corto plazo de España ha sido confirmada. La perspectiva, por su parte, pasa a ser "estable", informó este lunes la agencia. Dicho movimiento
también afecta a los organismos dependientes del Estado (Sepi, ICO y Cores), así como a la deuda con aval estatal que pensaban emitir la mayoría de los bancos y cajas españoles en las próximas semanas.
En cuanto a las comunidades autónomas,
S&P pone la deuda del País Vasco y de Navarra "bajo revisión con implicaciones negativas" y solicitan a los Gobiernos regionales más información para calibrar la salud de sus finanzas públicas.
A pesar de que el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero,
no considere importante esta rebaja, el coste para las arcas públicas -es decir, para los contribuyentes- será enorme. De momento, el
diferencial del bono español con el alemán (que sirve de referencia) se sitúa ya en 1,15 puntos, lo que dificulta aún más la venta de bonos del Tesoro. España deberá compensar esta menor calidad de su deuda con el pago de más intereses, lo que aumentará aún más el deficit estatal.
Probabilidad de impago "reducida"En una conferencia telefónica,
la analista de la agencia Myriam Fernández de Heredia afirmó que a pesar de esta rebaja, la calidad crediticia de España "sigue siendo muy sólida" y que el "rating' 'AA+" supone una probabilidad de impago reducida, recordando que la perspectiva 'estable' tiene un horizonte temporal máximo de dos años, "aunque eso no quiere decir que no se pueda revisar antes".
Fernández de Heredia, que consideró que las consecuencias de este recorte de la calificación crediticia en la financiación será una "decisión que tomarán los mercados", justificó esta reducción en la "debilidad estructural de la economía española", ya que España es "el país con datos macroeconómicos más débiles dentro de su categoría".
La analista señaló que España ha tenido un crecimiento económico basado "en la pujanza de la demanda interna e impulsado por el sector de la construcción", y subrayó que deberán encontrarse "fuentes de crecimiento distintas a las de antes, lo que será un proceso largo".
La revisión de Solbes Asimismo, elevó sus previsiones de desempleo ante los últimos repuntes del paro, al estimar que la tasa al cierre de 2008 alcanzará el 11,1%, frente al 10,4% previsto anteriormente. En 2009, la situación empeorará y el paro se elevará hasta el 15,9%, frente al 12,5% previsto en el mes de julio.