El almuerzo de los líderes del G-20, reunidos en Pittsburgh, estuvo dedicado al comercio y al cambio climático y Zapatero tomó la palabra para subrayar la necesidad de promover conjuntamente un acuerdo para financiar el desarrollo de las energías renovables, según informaron fuentes de la delegación española.
El petróleo, manifestó, supone "una mayor concentración de poder, mientras que las energías renovables ofrecen más oportunidades para todos".
Copenhague acogerá en diciembre la cumbre internacional que deberá fijar los compromisos post-Kioto y Zapatero instó a los líderes del G-20 a no acudir a esa reunión "con actitud de sacrificio" por las emisiones que hay que recortar o por el esfuerzo financiero que habrá que realizar.
A su juicio, hay que participar con el convencimiento de que se trata de una "cita histórica" que ofrece una oportunidad para crear un nuevo modelo económico y empleo.
Zapatero apeló directamente al secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, y al presidente estadounidense, Barack Obama, para que ejerzan su liderazgo hasta diciembre.
Según apuntaron las fuentes de la delegación española, nada más concluir su intervención, Obama tomó la palabra para recoger el testigo y propuso celebrar una reunión previa a la cumbre de Copenhague para que cada país ponga sobre la mesa su nivel de compromiso.
La reunión, apoyada por el presidente francés, Nicolas Sarkozy, debe celebrarse aunque sea por videoconferencia, apuntó Obama.